La Consejería de Obras Públicas y Turismo informó ayer en una escueta nota de prensa del inicio de los trabajos previos de la ronda norte, la principal obra de infraestructura urbana que se acometerá en la ciudad en los próximos años, porque Cáceres, a falta de río, tiene dos sierras que condicionan su expansión urbanística, y la ronda, que se ha diseñado como si fuese una avenida, permitirá comunicar el norte con el suroeste del casco urbano por la falda de la Sierrilla. La otra ronda, la este, está pendiente de que Fomento la incluya en el proyecto de la autovía Cáceres-Trujillo.

La obra de la ronda norte ha comenzado con los trabajos de desbroce del terreno, con el trasplante de una parte de los olivos y con las desviaciones de las conducciones eléctricas y telefónicas afectadas. Las previsiones iniciales son que esté acabada a finales del año 2004, "en diciembre", según calculó ayer el director general de Infraestructuras de la consejería, Antonio Rozas.

Los dos tramos en que se divide la obra se adjudicaron hace unas semanas y ambos se ejecutarán al mismo tiempo, según explicó Rozas. Además son intervenciones que se complementan porque la tierra que sobre en el tramo que afectará a la Sierrilla se utilizará en el que cruzará La Mejostilla.

EL COMPROMISO INICIAL

La construcción de la ronda norte es el resultado de un acuerdo que hace dos años y medio alcanzaron el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el alcalde José María Saponi. El consistorio se comprometía a expropiar el terreno, y la mayoría se ha logrado sin desembolso económico porque se ha adscrito a sectores residenciales (los dueños reciben a cambio de sus propiedades edificabilidad en viviendas que se realizarán en nuevos polígonos).

El diseño de la ronda ha sido motivo de controversia por tratarse de un proyecto que se incorporó al planeamiento urbano hace dos décadas, cuando la ciudad de entonces poco tenía que ver con la actual. La queja no ha sido por su tramo por La Mejostilla, que ayudará a vertebrar los nuevos barrios, sino por su repercusión en la Sierrilla y porque se convertirá en una barrera física entre los dos espacios verdes más grandes de Cáceres: el Parque del Príncipe y el Olivar Chico de los Frailes, aunque en el proyecto se prevén soluciones (pasos) para que su repercusión sea menor.

La Junta de Extremadura financia las obras, que tienen un coste de 20.105.107 euros (3.345 millones de pesetas). El primer tramo, que conectará la glorieta del V Centenario con la carretera de Casar de Cáceres y que bordeará la Sierrilla ha sido adjudicada a la unión temporal de empresas formada por Cyopsa y Construcciones Burcio. El segundo, que comunicará Aguas Vivas con la N-521, a la altura de la Universidad Laboral, donde conectará con el inicio de la ronda este, lo ejecutará la Ute integrada por Provisa y Aglosán. En las dos uniones participan empresas de la región. El plazo de ejecución es de año y medio y se prevé que las obras estén "a pleno rendimiento" en el mes de marzo, según informó la consejería, que recordó en su comunicado que la nueva vía estará formada por dos carriles para cada sentido de la circulación, con un ancho de 3,5 metros, por un arcén interior de un metro, otro exterior de dos y medio y una mediana de cuatro. Además dispondrá de itinerarios para peatones y de un carril-bici.

La ronda será una alternativa al tráfico por el eje Las Delicias-Cortes-Guadalupe, que tiene una intensidad media diaria que supera los 15.000 vehículos.