Los trabajos para la extracción y desmontaje del escudo de Pérez-Comendador de la fachada del Palacio de la Audiencia a la calle Nidos se iniciaron el 13 de enero. Se derivaron de una denuncia-demanda que, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, se planteó ante la Delegación del Gobierno de Extremadura, y que fue atendida y aprobada una vez que la Comisión Técnica de Expertos creada al efecto por el Ministerio de Cultura dictaminara que en este caso "no cabía la excepción de retirada que establece la citada ley".

Este dictamen no fue compartido por historiadores y diferentes colectivos, que ante el valor histórico de la obra objeto de desmontaje trataron de evitar insistentemente su retirada acudiendo ante numerosas instancias, desde las instituciones regionales al defensor del pueblo e incluso a la Justicia.

Pero nada sirvió para paralizar los trabajos. Ni siquiera el hecho de que estuviera pendiente la resolución del magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la ciudad, al que ha correspondido resolver sobre la denuncia presentada, determinar si con esta actuación de desmontaje del escudo se ha incurrido o no en un delito contra el patrimonio artístico. Esta resolución aún está pendiente.

Los trabajos de retirada los llevó a cabo una empresa local contratada por el Ministerio de Justicia, pero eso sí, "supervisados en todo momento por una restauradora titulada designada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España", se hace constar en el informe técnico de la Consejería de Cultura y Educación. En él se matiza que estuvo presente en todas las fases de los trabajos, "protegiendo las distintas piezas para evitar posibles deterioros, y procediendo a la restauración de urgencia de los pequeños daños que algunas sufrieron en el proceso de arranque".

El desmontaje se finalizó en la primera semana del pasado mes de abril, y "de manera inmediata" las siete piezas del escudo fueron trasladadas al almacén que el Museo de Cáceres posee en un localidad cercana a la ciudad. Una vez en dichas dependencias, se procedió a los trabajos de consolidación y restauración de todas las piezas; y concluidos estos, a su colocación sobre palés en el que sería su lugar definitivo en el almacén hasta que salga de él para su colocación en la que se decida sea su nueva ubicación.