La residencia Asistida para mayores vuelve a estar en el ojo del huracán. Un grupo de familiares de residentes han constituido y registrado una asociación (Afracc), en la que figuran más de 40 miembros, desde la que denuncian anomalías en el funcionamiento y atención del centro. La directiva del colectivo, encabezada por Pilar Chacón, ha elaborado un informe en el que critica aspectos como la calidad de la comida, la atención sanitaria, la vigilancia o la limpieza.

Dicho informe, suscrito además por José Antonio de Torres, Isabel Borrilla y Francisco Martín, pretende "demostrar que la situación por la que pasa la Asistida es lamentable y que los residentes no poseen la calidad de vida que se merecen".

La directora del centro, Desamparados García, y otros jefes de área reconocen que pueden cometerse errores puntuales y en casos aislados, pero que el personal cumple con su trabajo con el mismo objetivo que los familiares: "Sacar adelante y mejorar la atención de los ancianos". Aseguran, en cambio, que muchos trabajadores han denunciado "sentirse acosados y presionados por los familiares". Desde el centro, se valora la nueva asociación como órgano constructivo y participativo, pero García matiza que la Asistida "no necesita adalides". "Podemos cometer errores como humanos, pero intentamos mejorar cada día", manifiesta.

Precisamente la Asistida, que depende de la Junta, cumple este mes 25 años. En este tiempo han pasado por el centro 2.700 ancianos. Actualmente viven en él 319 personas, el 100% de su capacidad y hay 264 trabajadores más 16 de contratas. A continuación, extractamos el informe de supuestas anomalías elaborado por la asociación y la explicación de la dirección del centro.

Los cambios de pañales

"no se respetan"

La directiva de la asociación asegura que en muchos casos no se respetan los cambios de pañal, "ni aún cuando están saturados de orines o excrementos". Dicen que se les ha comunicado que solo les corresponden cuatro cambios diarios y que el consumo medio es de 5,28 pañales por residente. Un familiar añade que llegó a comprobar que no se le cambiaba el pañal firmándolo por la mañana y verificando que por la noche seguía el mismo.

La dirección del centro sostiene que los cambios de pañales "están pautados" y que depende de la actividad diaria y la incontinencia del residente, y aunque la media se de 5,28 pañales por residente al día, unos gastan más y otros menos. El centro gasta 35.040 pañales al mes. Sobre el pañal firmado, la jefa del área Asistencial, Leda Martínez, explica que hay residentes que llevan 2 pañales y que el de fuera le sirve de sujección, "como braga", y "si este no se moja o mancha, no es necesario cambiarlo".

Baja calidad de la comida y quejas de desnutrición

La asociación asegura que la comida "no es de la calidad deseada", llegando incluso en algunos casos a ser ingresados en el hospital "con claros síntomas de desnutrición, neumonía u otro tipo de anomalías", que dicen haber denunciado en el juzgado.

La directora califica esta denuncia de "barbaridad" y dice que no le consta ninguna demanda judicial. Asegura que los menús son variados, compensados y aprobados por el servicio Dietético del SES. Una médico del centro, Maribel Girón, explica que el 30% o 40% de ancianos en residencias sufren desnutrición: "Es un síndrome inherente al viejo por diversos factores, entre ellos su pluripatología que les impide comer bien. No están malos porque coman mal, comen mal porque están malos", dice.

Vigilancia "nula" de losancianos en las salas

Este grupo de familiares cree que la vigilancia de los auxiliares sobre los residentes en el comedor es “totalmente nula”. Enocasiones, dicen, han observadoarnés de sujección a sillas de ruedasatados por los hombros ypresionando el cuello del residenteo internos con el pañalcaído y enganchado en la silla deruedas, manchados de excrementos,sin ser atendidos por lasauxiliares de la sala; o residentesa punto de caerse de las sillas.Según el centro, “puede que seden fallos en el control y supervisión–reconoce la directora–, perono por norma e igual que estosfamiliares se quejan, haymuchos otros, los más, que nosagradecen los cuidados a sus familiares”.Sobre los arnés, explicaque son equipos homologadospara cuidados geriátricos.“Garantizamos que se realizauna sujección necesaria y prescritapor el médico que no perjudicanal residente”.La incidencia de lasescaras es “alarmante”La cuestión de “mayor gravedad”para la asociación es la sanitaria.En su opinión, la aparición de escarases de “una frecuencia alarmante”.Relatan que cuando vanal hospital, allí les comentanque están “muy avanzadas y sondifíciles de curar, llegando a vecesa ser irreversibles”.En esta cuestión, la directoraes tajante: “La Asistida es un centrode referencia en la región enel cuidado de escaras”. Aportaun dato, de los 319 internos, todostienen más de 83 años y el mayorvolumen está entre los 95 y 100años. Hay 13 encamados fijos y 28residentes tienen escaras. “Es unaproporción mínima y el 35% delos que las sufren, las traían antesde ingresar”, manifiesta.Las ATS tardan en acudira avisos de familiaresSegún la asociación, cuando lasATS son requeridas porque se haobservado algún problema enun residente y son llamadas pormegafonía, en varias ocasionesestas acuden a los 45 minutos alegandoque están tomando café,según la respuesta que dio unade ellas a unmiembro de Afracc.A este respecto, la directora noniega que pueda ocurrir, peroque en ningún caso se trataríade una emergencia. En su opinión,algunos familiares pretendenque se les atienda al minutoy que se esté permanentementea su disposición. “Si es un casograve o urgente, la asistencia esinmediata, pero si no lo es sepuede esperar y el trabajador tienetambién sus derechos”.Errores en la administraciónde medicamentosLa directiva de la asociación afirmaque existen “errores” al servirla medicación a los ancianos,“hasta 11 pastillas más que correspondíana otro residente”. Obien, si es un medicamento ocasionalpara una pequeña dolencia,no se les retira hasta que elfamiliar no advierte de que eltratamiento es excesivamentelargo, a lo que las ATS aleganque es “inofensivo”.La directora explica que elcentro administra al día 2.140pastillas, que se preparan segúnla pauta del facultativo. “Puedehaber errores, somos humanos,pero no es habitual”. La médicoMaribel Girón añade que no tieneconstancia de un fallo de 11pastillas. La directora insiste enque los tratamientos se ponen acriterio médico, no del familiar,pero “hay familiares que pretendensaber más que los médicos”.Falta de limpieza y mal estadode la ropa de camaEl informe de la asociación destacaque muchas sábanas y colchasestán en “tan malas condiciones”que presentan roturas ymanchas de excrementos.En este sentido, Dionisio Moreno,jefe del área Residencialexplica que la ropa se somete aun tratamiento especial de lavado,planchado y revisado en lalavandería del centro y que diariamentese desechan piezas y sereponen unas 1.500 sábanas alaño. Se apunta como como ejemploque cada residente nuevo estrenacolchón y almohada.