El consumo medio de agua por habitante en 1995 y en el 2002 coincide. En ambos fue de 82,5 metros cúbicos, a pesar de que hace ocho años había menos pisos y contadores. En 1996 y en 1999 ya bajó el consumo respecto a ejercicios anteriores, pero ese descenso ha sido muy superior en el 2002 en comparación con el gasto que hubo en el 2001. Hay más habitantes, hay más altas en suministros a domicilios y locales, pero, sin embargo, en el 2002 se consumieron 7.075.706 metros cúbicos, y un año antes fueron 7.300.652.

"No tiene sentido que la ciudad crezca, y mucho, y que el consumo se mantenga estable", admitió ayer el gerente de Canal de Isabel II, Gerardo Díaz, que indicó que, aunque son varios los factores que influyen, se puede hablar de dos motivos: concienciación y "se me ocurre pensar, aunque no lo afirmo, en fraude" con consumos por los que no se estaría pagando. Díaz subrayó que la empresa no altera datos, recordó que "a menor gasto de agua, menos facturamos" y apuntó que hace un año ya avisó de que los consumos estaban descendiendo.

LOS COSTES DEL SERVICIO

El consumo es uno de los factores que influyen en el precio del contrato entre el ayuntamiento y Canal. Cuando ese gasto es menor al de la previsión que se utilizó para calcular los costes del contrato, algo que ha ocurrido en más de una ocasión, aunque en el 2002 ha tenido una incidencia mayor, provoca un efecto negativo en el equilibrio económico de la concesión, que debe afrontar el ayuntamiento y que repercute en lo que abona el contribuyente, aunque además del gasto hay otros elementos que inciden en el coste que el servicio tiene para el ayuntamiento y para el usuario.