El gobierno local pidió ayer a los nuevos gestores del autobús urbano un control de la cifra de pasajeros por línea y tramo horario. El objetivo es ampliar la frecuencia de paso de los vehículos en las horas del día en las que la demanda es muy reducida, "que no circulen vacíos", resumió Miguel López, concejal delegado de Contratación, que se reunió ayer con el director general de Subus, José Luis Romillo, y el gerente de la empresa para Cáceres, Leonardo Gregorio. El de ayer fue el primer encuentro entre el gobierno local y la empresa para ir concretando cambios en el servicio.

Subus, que pertenece al grupo Vectalia, gestiona el servicio del autobús urbano desde el pasado 1 de febrero cuando se cerró el acuerdo con la anterior empresa concesionaria, Busursa. Subus se quedará en Cáceres al menos los tres años que restan al actual contrato de concesión. Desde la empresa se remitió ayer a las declaraciones del concejal sobre lo tratado en el encuentro, reunión a la que también asistieron el interventor del ayuntamiento y el técnico responsable de la inspección de servicios municipales.

El concejal explicó que en el encuentro de ayer se abordaron dos asuntos: la organización de una campaña para ganar nuevos viajeros, la empresa la tenía preparada, y empezar a trabajar en la reorganización de los autobuses urbanos en una doble dirección, recortar donde no haya demanda y ampliar el servicio a los barrios que lo están pidiendo.

DEFICIT DE 3 MILLONES El principal problema con el que se encuentra el ayuntamiento con el servicio de autobuses es que su déficit ronda los tres millones de euros, casi la mitad de los costes, y al mismo tiempo se encuentra con nuevos barrios que demandan el servicio, el caso más significativo es el de las urbanizaciones Maltravieso y Casa Plata, donde su población ya supera el millar de vecinos y que hace dos años que reivindican el autobús.

Para que el déficit no se dispare y atender la demanda vecinal se intenta ganar más usuarios y "racionalizar el servicio", según subrayó López, que explicó que "no se trata de suprimir", sino de reducir el servicio con la ampliación de los tiempos de paso de los coches en aquellas franjas horarias en las que no haya demanda "porque no tiene sentido que los autobuses vayan vacíos". López no dio ayer fechas concretas sobre el inicio de la campaña y la introducción de cambios.

El servicio de autobuses ha ido perdiendo viajeros los últimos ejercicios, de los más de 6 millones de 2004 se ha pasado a 5,1 en 2010, incluso en el último año se contabilizaron 130.000 menos. De la campaña se encargará la nueva empresa.

En cuanto a los cambios, se intentará llegar a Casa Plata y Maltravieso "lo antes posible", comentó el edil, incluso ya se han hecho pruebas. Otros cambios se harán "con tranquilidad", "con datos reales", entre los que estarán los que salgan del control de pasajeros por línea y franja.