Alrededor de 150.000 kilos. Eso es lo que ha logrado recaudar el Banco de Alimentos en la provincia durante la gran recogida anual de comida que tuvo lugar este pasado fin de semana. Esos 150.000 kilos resultan algo menos que lo recaudado el año pasado, cuando los cacereños donaron hasta 170.000 kilos. No obstante, el presidente del Banco de Alimentos, Juan Carlos Fernández Rincón, aclaró ayer a este diario que se trata de una «cifra aproximada», ya que aún resta por contabilizar lo recaudado en localidades como Miajadas, Trujillo o Navalmoral de la Mata.

En ese sentido, la recogida ha caído en cuanto al número de kilos pero, para el presidente del colectivo, ha aumentado en lo que respecta a la calidad. «Al final creo que hemos salido ganando. Hemos recibido muchos pañales, que era una de las novedades y de las demandas más importantes este año, y también productos enlatados y conservas que, de cara a combatir la pobreza energética, son alimentos bastante económicos ya que no es necesario encender un fuego para prepararlos para comer», valoró Rincón.

Una vez completada la recolecta, el Banco de Alimentos se encuentra ahora en una fase de clasificación, ordenando los alimentos por orden de caducidad. «Estamos catalogando los productos navideños», comentó Rincón, que no descartó la posibilidad de que el colectivo compre con fondos propios algunas cantidades más de estos alimentos «para que la gente pueda pasar una Navidad agradable».

De la clasificación se ocupan diariamente entre 15 o 20 voluntarios, que trabajan con el objetivo de que la comida pueda ser entregada a todas esas familias que lo necesitan antes del próximo 20 de diciembre.