Logrosán, puerta de las Villuercas, amaneció aquel febrero de 2011 conmocionada por un crimen. Cuatro años después de la tragedia que dio la vuelta al mundo, Rosa Durán, condenada a 17 años por el asesinato de su marido, el empresario Alfonso Triguero, acaba de salir de la cárcel. Es uno de los abogados más famosos del país porque ha obrado un milagro en forma de recurso de casación perfectamente argumentado, capaz de seducir al Tribunal Supremo. Emilio Cortés Bechiarelli abre una casa llena de luz y de amor en todos los rincones y esboza un discurso valiente que te deja boquiabierto hasta que se le pregunta por su mujer, sus hijos y por Cádiz, "Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la Ribera..." . Entonces se derrumba.

--Usted es hoy el abogado más famoso de España...

--En absoluto. Simplemente hemos hecho el trabajo que correspondía a una coyuntura concreta y ha salido bien.

--Ha conseguido sacar de la cárcel a la mujer condenada a 17 años por asesinar a su marido...

--Como consecuencia de una anomalía procesal en España que es la preexistencia del tribunal de jurado. Creo que el veredicto al que llegaron los ciudadanos, extraños a cualquier posicionamiento jurídico, merecía una sentencia de esta naturaleza.

--Su recurso de casación ante el Supremo gana. ¿Lo esperaba?

--Sí. Los recursos siempre se hacen con la vocación de que sean estimados, si no no tienen fundamento. O uno se cree su propia partitura o es muy difícil interpretarla.

--¿Pero qué ha fallado?

--Mantengo y sostengo, y tengo precedentes además por escrito, que el tribunal del jurado es una anomalía del sistema procesal español y que España no tiene una cultura del jurado. Pienso que estas cuestiones tienen que ser dirimidas por un jurado profesional.

--¿Sea sincero, usted cree de verdad que Rosa Durán no urdió junto a su hijo un plan para acabar con la vida de su marido?

--Lo creo a pies juntillas. Y si no, no me hubiera puesto delante de un ordenador a redactar el recurso de casación. No había ninguna prueba que apuntara que existía un concierto previo entre las dos personas que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura considera autores del asesinato, eso lo desmonta el Tribunal Supremo. Ni un solo dato que acompasara o que apostillara que en la dinámica criminal estuviera mi cliente, ni uno solo.

--¿Pero si ella no mató a su marido, si ella insiste en que su hijo es inocente y si los dos estaban esa noche en la casa, quién acabó con la vida de Alfonso Triguero?

--Pues posiblemente alguien que a la policía judicial se le ha escapado. Pero si ella estuvo en la casa, conoce mejor que nadie lo que pasó aquella noche y, por tanto, si ella dice que su hijo no es culpable tendrá elementos de juicio ciertos para llegar a esa conclusión. Evidentemente las faltas de competencia de la policía judicial no pueden ser cubiertas por acusados en los procedimientos.

--Que te liberen de una condena segura no se paga con dinero, así que Rosa Durán le ha debido pagar mucho...

--Como dicen las folclóricas esa pregunta habría que hacérsela a ella, pero desde luego no tengo yo un concepto de que la minuta sea excesivamente alta. En cualquier caso, afortunadamente tengo un modelo de despacho que no obedece a parámetros puramente crematísticos. Por ejemplo, tráfico de drogas no llevo. ¿Por qué? pues porque a estas alturas de mi carrera me lo puedo permitir. Si quiere preguntarme si fue el dinero lo que me movió a la redacción del recurso le diré que hay otros hilos invisibles que nunca serán sabidos en virtud de los cuales redacté ese recurso porque creía en la inocencia de mi cliente.

--¿Cómo conoce a Rosa Durán?

--Por un funcionario de prisiones. Mi clienta le pregunta que quién puede solucionarle el caso y, modestia aparte, le da mi nombre. A partir de ahí tomamos contacto, estudiamos el caso y llegamos a la conclusión de que aunque a mí no me gusta apostar las defensas en este tipo de momentos procesales sí que veía fisuras en la redacción de la sentencia que hacían viable la posibilidad de un recurso de casación sin que ella perdiera el dinero y yo perdiera el tiempo.

--Y ahora, cuente, ¿qué pasó aquella noche en esa casa?

--Solamente sé que mi cliente no participó en modo alguno en la redacción de hechos probados de la sentencia condenatoria. Solamente sé que ella no estuvo en ese itinerario criminal y a partir de ahí cada uno es libre de pensar lo que quiera. Solamente sé que con lo que había en la causa ella no era culpable de esos hechos.

--¿Cuál es la parte de su recurso que más le gusta?

--Me gusta el recurso entero. Creo que tiene mucha coherencia interna y es fruto de muchas horas de trabajo, y por tanto su lectura íntegra llega a la conclusión anímica y a la convicción íntima de que esta señora, con lo que hay obrado en la causa, con el trabajo de la policía judicial y con el trabajo de los jueces de instrucción, de la magistrada ponente y del Tribunal Superior de Justicia no puede ser considerada culpable en un Estado de Derecho por el solo hecho de estar en la casa el día que sucedieron los hechos.

--Visto lo visto en Logrosán, parece normal que la gente tenga cada día menos confianza en la justicia...

--En absoluto. Esto la reafirma, la subraya y la fortalece extraordinariamente. Hay que tener mucha confianza en la justicia porque el acceso al recurso es un logro y una colonización muy certera y muy hábil de los estados democráticos.

--¿Sí, pero quién resarce ahora a esa mujer del tiempo que ha pasado injustamente en prisión?

--Esperemos que sea el Estado a través de una demanda que formalizaremos si mi clienta me lo autoriza para que se pueda cuantificar en dinero tres años de prisión injustamente soportados.

--Defínala...

--Una mujer dolida por lo que le ha sucedido. No es una mujer al uso, tiene un tobogán de sentimientos. Tiene la sensación de la alegría de la libertad y el contrapunto de saber que una persona inocente a su juicio, como es su hijo, está actualmente en prisión.

--¿Y cómo superará ahora el qué dirán, la rémora del 'Mírala, la asesina, la que mató al marido ?

--Eso un déficit del sistema, un problema de los que siguen obrando por prejuicios puramente policiales y no por la realidad de un proceso democrático que se ha sustanciado con todas las garantías, un problema de los que quieren ver con ojos de culpable a quien es inocente. Desprecio enormemente a las personas que no han conseguido llegar a comprender que una persona puede ser condenada y luego puede ser declarada inocente.

--¿Usted se ha sentido apaleado?

--He recibido algún correo, algún mensaje impertinente, pero me siento enormemente satisfecho porque he dado cumplimiento al mandamiento constitucional que se me hacía, que no era otro que luchar por la inocencia de Rosa Durán y el Tribunal Supremo lo ha declarado así, por tanto solo me cabe sentirme orgulloso.

--Hable del GAL...

--Una de las grandes mentiras de la democracia española. Ni están todos los que son ni son todos los que están, y hasta ahí puedo leer.

--Hable de Kio...

--Otra de las grandes mentiras a todo el aparataje judicial español y uno de los grandes fraudes a los medios de comunicación.

--Qué pasó en Feval?

--Que surgió lo peor de la policia judicial y lo peor del poder político e hicieron un acuerdo que afortunadamente esperamos desmontar pronto y me gustaría mucho que algunos de los que contribuyeron a esa ceremonia de la confusión tuviesen la lealtad y la gallardía de reconocer que se equivocaron y que obraron más por intentar demostrar su verdad que la verdad.

--¿Pero a que ceremonia de la confusión se refiere?

--Me refiero al Partido Popular y a la policía judicial que con perros especializados desde Madrid vinieron a intentar encontrar lo que no existía y, en definitiva, a tratar de adelantar una decisión judicial que está por venir y que espero sea favorable para todos los acusados.

--Esta siendo muy valiente en lo que está diciendo...

--Los abogados somos independientes. Nos debemos a nuestra única verdad: la defensa del Estado de Derecho.

--¿La culpa de los ruidos en La Madrila la tienen los alcaldes?

--La culpa la tienen quienes autorizaron licencias para una concentración de bares de ocio tan absolutamente prolija e incompatible con el descanso de las personas. Desde luego quienes no tienen la culpa son los alcaldes más recientes de la democracia extremeña que son tributarios y rehenes de esas decisiones.

--¿Cómo es por hoy por hoy la Facultad de Derecho?

--Un referente de la sociedad extremeña pero es un instituto manifiestamente mejorable.

--¿Rajoy debe ser presidente?

--Debe serlo porque así lo ha querido la mayoría de los españoles. Mi respuesta es puramente pitagórica, no entro en más.

--¿La Infanta Cristina debe entrar en prisión?

--Debe someterse a un juicio oral con todas las garantías procesales; solamente cuando se celebre estaré en condiciones dentro de la distancia de saber si debe entrar en prisión. Lo que sí tengo datos actualmente para pensar que debe soportar la posibilidad de ser acusada dentro un procedimiento porque existen indicios contra ella. La doctrina Botín no es en modo alguno aplicable a su persona.

¿Y da igual que sea Infanta de España?

--Me da exactamente lo mismo porque ella no tiene ningún privilegio como lo puede tener su padre. Hay que desvestirse de cualquier prejuicio. La Infanta no es inocente porque los monárquicos lo digan ni es culpable porque lo digan los republicanos, es una ciudadana más y por eso debe someterse a un juicio público oral con todas las garantías procesales, incluso es saludable que lo haga.

--Pero estamos hablando de una institución como la monarquía...

--Cuando presuntamente se utiliza la monarquía como arma o instrumento para hacer negocios que como mínimo son oscuros, indiscutiblemente ha lugar a su enjuiciamiento. Y por cierto, su padre dijo que la justicia era igual para todos poniendo el dedo sobre su marido, Iñaki Urdangarín. Por lo tanto, desde todos los puntos de vista existen argumentos más que sólidos para considerar que la Infanta debe someterse a juicio público y una vez que llegue a término la práctica del procedimiento sabremos si hay prueba de cargo contra ella o no; y que las magistradas decidan libremente porque eso será muy saludable para el estado democrático.

--¿Y usted cree en la monarquía?

--No creo en la monarquía, no soy nada monárquico y menos borbónico, pero en cualquier caso esto no significa que yo prejuzgue su posición procesal, simplemente considero que como quiera que no se beneficia de un privilegio absolutamente anacrónico que existe en nuestra Constitución como es la inviolabilidad del jefe del Estado debe someterse al juicio, y si se demuestra que participó en los hechos deberá ser condenada a una pena proporcional a esos hechos.

--Los lectores pensarán ahora que usted es republicano...

--No. Simplemente considero que la única justificación que me dan los monárquicos más exacerbados para el mantenimiento de esta institución es la unidad de España y creo que ha habido compromisos muy graves frente a la unidad de España en los que ni este Rey ni el antecesor han tomado una postura que sea contundente, y por tanto en la medida en que me parece una institución superficial, incluso teniendo en cuenta mi posición inicialmente académica y el sentido práctico de las cosas, no termino de entender a qué obedece su mantenimiento. En cualquier caso, y subráyese así, no me considero nada republicano.

--¿Y ahora hablemos de Urdangarín, debe entrar el cárcel?

--Es que falta el juicio oral. Desgraciadamente las instrucciones en España han colonizado de una forma absolutamente absurda el papel del juicio oral. Los más veteranos sabemos perfectamente que en sus tiempos la instrucción tenía un papel accesorio y era en el juicio oral donde los abogados verdaderamente buenos se batían el cobre con la toga puesta. Desgraciadamente la instrucción ha tenido unos tintes tan absurdamente absolutistas que desmerecen totalmente cualquier tipo de juicio oral. Y por tanto, es posible que a estas alturas estemos en condiciones de decir que Iñaki Urdangarín es culpable, pero yo soy de los que sigue pensando que habrá que esperar, siquiera sea por una cierta ceremonia rituaria de respeto al orden procesal, a que se enjuicie para saberlo.

--¿Los Pujol se irán de rositas?

--Estoy convencido de que no, de que la justicia es lenta porque la justicia no se la ha tomado nadie en serio en la reciente democracia española. La justicia es el único poder de Montesquieu que nadie se ha tomado en serio. Ellos sabrán por qué, ni se la ha dotado de medios personales, humanos ni nada parecido. Alabo el valor de la mayoría de los jueces de instrucción y de los fiscales, pero indiscutiblemente están en unas condiciones que no se compadecen en modo alguno con el papel constitucional que el poder judicial tiene en España.

--¿Y Puigdemont?

--Como jurista me interesa mucho que exista un Tribunal Constitucional fuerte frente a las nuevas amenazas de partidos emergentes que tratan de poner en jaque la Constitución Española y los valores del 78. Entiendo que no es fuerte, que tenemos un TC que está embebido de factores de naturaleza política y de reparto de cuotas que en modo alguno me satisface.

--Hable de Cádiz...

--No puedo. No puedo...

--¿Cuál es para usted el concepto de familia?

--Mi mujer. Ella es el punto de partida.

--¿Qué es ser padre?

--Excluye el método, es una improvisación permanente, lo menos unido al discurso.