Un indigente portugués de 28 años ha ingresado en prisión por matar a palos a otro mendigo con el que convivía tras discutir porque este "no limpiaba nunca y era un guarro", según declaró el presunto homicida a la policía. El inculpado y la víctima, Rafael P. M, valenciano de 59 años, compartían desde hace más de un año uno de los barracones abandonados de las viejas instalaciones de Campsa, en la N-630. Ambos tenían problemas con el alcohol y frecuentaban el grupo marginal de Cánovas, según fuentes policiales.

El portugués, cuya identidad responde a las iniciales Mario Joao A. S., ha reconocido que golpeó a su compañero con dos palos aunque su intención no era matarlo. Cuando fue detenido, horas después de hallarse el cadáver, "presentaba síntomas de una gran intoxicación etílica", explica la comisaría en un comunicado. Su estado de ebriedad era tal que hubo que esperar al día siguiente para tomarle declaración. "Se pasó toda la noche dormido en el calabozo", concretaron fuentes policiales

DE LA PELEA A LA DETENCION Los hechos ocurrieron el sábado por la noche. Tal y como se desprende de la declaración del inculpado, la discusión se originó en el interior de la nave por el tema de la limpieza. "Decía que él siempre limpiaba y el otro se negaba a hacerlo", explican fuentes policiales reproduciendo el testimonio del agresor.

Este, tras golpear al compañero y dejarle malherido en el suelo, abandonó el recinto y se dirigió al ferial, donde supuestamente seguiría bebiendo. No regresó hasta bien entrada la madrugada del domingo. Su compañero estaba muerto, se calcula que desde las once de la noche. Según la inspección ocular de la policía, la víctima trató de desplazarse en el suelo, lo que indicaría que no falleció en el acto.

El propio agresor acudió a la gasolinera de Pasarón próxima a las instalaciones de Campsa para informar que había un muerto en una de las naves. El personal de la estación de servicio avisó a la policía local sobre las siete de la mañana, personándose en el lugar una dotación de este cuerpo, de la Policía Nacional y el juez de guardia.

El cuerpo sin vida del valenciano presentaba diversos golpes, entre ellos uno en la cabeza. El informe preliminar de la autopsia forense apuntó después como "causa probable" de la muerte la paliza, según fuentes judiciales. Informa, Isabel Bravo.

Además del cadáver, en el lugar de los hechos se hallaron las dos estacas con las que presuntamente el portugués apaleó a la víctima. El titular del juzgado número 5 que instruye el caso decretó el lunes por la tarde el ingreso en prisión preventiva sin fianza del encausado como presunto autor de un homicidio.

A pesar de que el caso está prácticamente resuelto, los agentes de la Brigada Judicial continuaron ayer con la recogida de nuevas pruebas en el lugar de los hechos. Provistos con mascarillas por el hedor a sangre que se concentraba en el interior, tomaron muestras de agua de un barreño en la que el agresor pudo lavarse las manos tras el crimen, por lo que podría haber rastros de sangre, y diversos enseres, entre ellos un televisor marca Sanyo de 21 pulgadas. La nave ha quedado precintada.