El joven que el pasado lunes sufrió una parada cardiorespiratoria en el aula y fue reanimado por dos compañeros de clase continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Pedro de Alcántara. Sin embargo, fuentes del Servicio Extremeño de Salud, SES, informan que evoluciona favorablemente. Según la misma fuente, Luis Rodríguez, como se llama el chico, está consciente y estable.

El joven, de 16 años y alumno de primero de Bachillerato del Instituto de Secundaria Norba Caesarina, se desvaneció durante la clase de Matemáticas. Sus compañeros, Sergio Lasso y Aitor González, que tenían conocimientos en primeros auxilios, consiguieron reanimarle y mantenerle con vida hasta que llegaron los facultativos de emergencias del 112.

Mientras Luis evoluciona en la UCI del hospital cacereño, sus amigos Lasso, como le llaman todos, y Aitor, no dejan de recibir reconocimientos y acaparar la atención de los medios de comunicación. El último, ayer, cuando la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, les recibió en el consistorio. La edil les ha agradecido «la generosidad y la madurez» que mostraron ante la situación y ha elogiado «la templanza» con la que ambos practicaron las maniobras de reanimación a su compañero con parada cardiaca.

Elena Nevada se ha referido a Aitor y Lasso como los «dos nuevos héroes» de la ciudad de Cáceres y les ha dicho «sois un ejemplo de valor, habéis devuelto a la vida a vuestro compañero».

La alcaldesa, además, ha destacado la importancia de la formación en primeros auxilios ya que es «aprender a salvar vidas» y se ha sumado, según nota de prensa del ayuntamiento cacereño, a la reivindicación de padres y alumnos para que los centros educativos ofrezcan formación y conocimiento en esta materia.

Sobre el caso del joven Luis Rodríguez se manifestó también el sindicato de profesores Anpe. Su presidente, Antonio Vera, se mostraba a favor de la instalación de desfibriladores en los centros educativos en la región así como «la creación por centro público docente o distrito educativo en su defecto, de plazas específicas de enfermería en los mismos», los conocidos como ‘enfermeros escolares’.

La propia Consejería de Sanidad anunció el pasado mes de agosto que va a instalar desfibriladores en centros escolares, deportivos y comerciales, así como en todos los centros de salud de la región.

El presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos Arjona, considera «muy importante» la instalación de estos aparatos, «se deben extender a grandes superficies, centros escolares o grandes empresas». Además, recuerda que, actualmente, los desfibriladores son semiautomáticos, «sólo hay que abrir el aparato, instalar unas pegatinas [a la persona en parada cardiorespiratoria], éste hace un electrocardiograma de manera automática y, si hay que hacerle una descarga, avisa para que la gente se aparte y la hace».

Por lo tanto, el uso de los desfibriladores automáticos no es muy difícil, lo que es más complicado, según Carlos Arjona, es «saber cuándo la persona lo necesita». Para ello, apunta, basta un curso sencillo. De hecho, el mismo Colegio de Médicos de Cáceres ofertó hace cuatro años a la Cámara de Comercio cacereña un curso básico para las empresas sobre cómo y cuándo utilizar los desfribiladores, pero «no estuvieron interesados», apunta su presidente.

Carlos Arjona también es partidario de los cursos sobre reanimación cardiorespiratoria, ya que realizarla necesita algo de formación, aunque «tampoco es muy difícil» y como se ha demostrado con Sergio Lasso y Aitor González, pueden llegar a salvar una vida en el momento más inesperado.