Desde ayer a las dos de la tarde el conocido como ‘violador de La Madrila’ se encuentra en el centro penitenciario de Cáceres. La juez titular del Juzgado de Instrucción Número 3, que lleva el caso, decretó su ingreso en prisión a petición de la Fiscalía y de la acusación particular. El acusado fue detenido el día de Año Nuevo por presuntamente abusar sexualmente de una joven de unos 20 años. Acababa de salir de la cárcel tras cumplir una condena de 15 años por violar a dos mujeres en el año 2002 en la capital cacereña. El día 1 de enero el juez de guardia (el titular del Juzgado de Instrucción Número 4) decretó su ingreso en prisión, en cambio el día 9 de este mes se ordenó su puesta en libertad a petición de su defensa y del propio Ministerio Público. Ayer se volvió a decretar su ingreso en la cárcel.

Hasta el pasado lunes a la víctima de abusos la defendía la Fiscalía, pero ese día se designó un abogado que llevará a partir de ahora el caso. El letrado solicitó por escrito al juzgado ese mismo día el ingreso inmediato en prisión del acusado. Por esta razón ayer a primera hora de la mañana se celebró una vista en la que comparecieron tanto la víctima como el acusado. La joven prestó declaración en primer lugar y contó de nuevo lo sucedido.

Como ya adelantara este diario y reiteró ayer la joven en la vista celebrada, regresaba a casa el día de Nochevieja cuando fue atacada por un hombre en la calle Hernando de Soto. Comenzó a realizarle tocamientos, aunque no llegó a más porque en ese momento aparecieron otros jóvenes por la zona y huyó. Fue detenido después en el paseo de Cánovas. «Lo que cuenta la víctima es serio, sensato y conforme a la realidad. Hay indicios de todo lo que cuenta», indicó el abogado que la defiende, Carlos Jesús Tovar. Se encuentra en tratamiento psicológico desde que fuera atacada.

Dos horas después lo hizo el acusado. Compareció de manera voluntaria en los juzgados acompañado de un familiar, aunque la juez había ordenado su detención precisamente para que se personara en el Palacio de Justicia. De hecho, según indicó la Policía Nacional, los agentes que se encargaban de hacerle un seguimiento desde que se le pusiera en libertad le detuvieron justo en la avenida de la Hispanidad, cuando se dirigía al Palacio de Justicia. El investigado, hasta el momento, no ha reconocido del todo los hechos.

La acusación particular justifica la petición de ingreso en prisión porque «de los hechos hay indicios suficientes como para considerarlo responsable» y porque «existe un riesgo de reiteración delictiva, contra la seguridad y posiblemente también un riesgo de fuga», señaló el abogado cacereño Carlos Jesús Tovar.

SU DEFENSA SE OPONE / La defensa del acusado asegura que recurrirá el auto de ingreso en prisión a la Audiencia Provincial. «Desde el 9 de enero, cuando se acuerda su puesta en libertad, no ha habido ningún cambio», señala su abogada. Y añade que «no ha incumplido la orden de alejamiento (fue corroborado ayer por la propia víctima) porque no conoce de nada a la chica, ni ha intentado un acto similar con otra persona y se ha personado en el juzgado voluntariamente siempre que se le ha requerido»; por lo tanto -continúa- «no existe riesgo de fuga ni de reincidencia».

Su letrada considera que lo único que justifica la decisión del ingreso en prisión decretada por la juez «es la presión social y mediática» que ha creado el caso. Desde hace unas dos semanas se comparte a través de las redes sociales y de Whastapp la información con la fotografía del acusado. E insiste en que todo esto está vulnerando el derecho a la presunción de inocencia del investigado, que se encuentra sobrepasado con la repercusión creada.

De hecho, según ha podido saber este diario, el acusado ha denunciado la difusión de su imagen a través de las redes sociales alegando que «atenta contra su intimidad». Después la policía ordenó que se retiraran dichas fotos.

El caso de los presuntos abusos que cometió la madrugada de Año Nuevo se sigue investigando y continúa aún en fase de instrucción. Habrá que confirmar ahora si hubo delito, si este fue de abuso sexual o si fue algo más grave.