La estatua de Leoncia, en recuerdo a la última vendedora de periódicos de la ciudad, ubicada en la plaza de San Juan ha sido una de las principales víctimas de los gamberros desde que se instaló a finales de los años 90 por la celebración del 75 aniversario de EL PERIODICO. Ha sufrido numerosos ataques, aunque cuatro revistieron mayor gravedad, sobre todo el ocurrido en el verano del 2004, que obligó al ayuntamiento a enviar la escultura a un taller de fundición del País Vasco. A los pocos meses de su instalación, desapareció la plancha del periódico que sostiene en sus manos la figura y que tuvo que volver a realizarse. Hoy la estatua es un atractivo turístico.