Cientos de visitantes pasaron ayer por los puestos del mercado medieval que se instaló en el casco viejo cacereño. La lluvia no deslució la jornada de clausura de un mercado que en la edición de este año ha destacado por "la afluencia de visitantes, que ha sido superior a la de ediciones anteriores", según manifestó ayer Milagro Azañón, presidenta de la Federación Nacional de Artesanos Medievales.

Ayer por la tarde, la organización no tenía previsto suspender por la lluvia ninguno de los actos programados, "los actores estarán hasta las diez de la noche, y nosotros cerraremos a las once", añadió Azañón, que destacó que en el buen resultado de este año ha influido "la ampliación en un día de la celebración del mercado", que se inició la tarde del jueves con su inauguración y se ha prolongado durante el viernes, sábado y domingo.

Sobre el mantenimiento del mismo formato para la edición del año próximo, la presidenta de la Federación Nacional de Artesanos Medievales subrayó que "dependerá de la decisión que tome el ayuntamiento".

Ayer a la una de la tarde más de un centenar de personas paseaba por las plazas de Santa María y San Jorge, y a las seis de la tarde la afluencia era incluso mayor. En esta edición, la quinta desde su primera celebración en el 2000, el mercado medieval se ha ampliado y por primera vez se instalaron puestos en calles de la judería, en el barrio de San Antonio.