La tendencia ha cambiado. La clientela y la oferta, también. Las Administraciones de la ciudad dicen adiós poco a poco a los tradicionales boletos de Lotería Nacional y dan la bienvenida a los Juegos Activos: la primitiva, la quiniela o el euromillón, entre otros. Las diferencias entre ambos son diversas y sustanciosas, aunque los propietarios y trabajadores de estos establecimientos sí coinciden en algo: son los últimos los que permiten mantener las ventas y el buen funcionamiento de sus negocios.

Una de las principales disimilitudes se encuentra en el cambio de clientela. Los jóvenes, cada vez más, se sienten atraídos por las casas de apuestas y por sentirse parte del juego. Lo explica Sergio Can, propietario de la administración de loterías situada en la avenida de París: "En los Juegos Activos cuenta lo que tú seas capaz de pronosticar. Puedes elegir los números. En los tradicionales boletos de la Lotería Nacional, no. Coges un décimo con los números prefijados".

Otro de los factores diferenciadores es la cantidad de dinero que se puede conseguir en uno o en otro caso. Alfonso Rincón, dueño de la administración sita en Gil Cordero, comenta su opinión sobre este tema "En juegos como el euromillón o la primitiva, las probabilidades de ganar son mucho menores, pero el premio suele ser mayor por los botes acumulados semana tras semana", afirma. Y prosigue. "La gente juega para que se le abran las puertas de hacerse millonario. Lo que quieren es salir por la puerta grande", razona.

Las apuestas online y las posibilidades de la LAE (Loterías y Apuestas del Estado) a través Internet suponen otro punto de conflictivas para los loteros. Según argumentan, el organismo les hace competencia en su página web, ya que permite comprar décimos y jugar, algo que los dispensadores ordinarios tienen prohibido. "Favorece a las grandes administraciones, ya que cuando te registras tienes que inscribirte en una y la gente, como es lógico, suele tirar por las más grandes o las más conocidas", comenta al respecto Sergio Can. "Los portales digitales están pegando fuerte, y eso, aquí, también lo notamos", manifiesta, por su parte, María Andrea Pascual, que regenta una administración en la avenida de España.

CRISIS También coinciden los loteros en señalar a la crisis económica como causante principal de una bajada en la demanda de boletos de lotería, bajada que se suavizó las navidades pasadas tras "unos años realmente malos", como lo describen ellos mismos. "Las pasadas fueron muy buenas porque es la primera vez que subimos desde hace mucho tiempo", interpreta Lola Arroyo, dependienta de la administración Ilusión, situada en el centro comercial Ruta de la Plata. En la misma línea se expresa José María Martínez, que regenta su negocio de Loterías en la avenida Antonio Hurtado. "En Navidad, subieron las ventas tras 4 o 5 años", confirma.

Y, entre clientes, no faltan manías ni anécdotas entre los que aspiran, por su trabajo, a repartir millones. "Una vez, tuve que perseguir a un hombre por la calle porque le dije que había ganado el Gordo y no se lo creía. Me dijo: tú me estás tomando el pelo. Y se fue", recuerda Sergio Can. "Una persona vino una Navidad y me dijo: dame un billete de cada número que tengas. Se llevó unos 150. O sea, se gastó alrededor de 3000 euros", cuenta José María Martínez. Todo por hacerse millonario de forma rápida y desde el sofá de casa.