Han sido cuatro meses de mucho trabajo, más imaginación y una buena dosis de voluntad. Los vecinos de Santa Lucía ya tienen listos los personajes que coparán este año el protagonismo de sus fiestas: Eugenio y Lucía, un minero de los viejos yacimientos de Aldea Moret que lleva el nombre de la parroquia, y una lavandera de las que antaño acudían a Fuente Santa, bautizada como la patrona del barrio. Se trata de dos gigantes que impresionan, con sus cinco metros de altura, grandes ropajes y brazos sin fin. Les acompañarán dos cabezudos, Zanahorio y Conguito , también confeccionados por los vecinos.

Las figuras posaron ayer por primera vez tras un auténtico trabajo en equipo desde abril, dos días a la semana y dos horas cada día en la casa de cultura. Mujeres y hombres se han hecho auténticos expertos en modelaje de papel, arcilla, cartón fallero y escayola, materiales que han supuesto unos 800 euros junto con las vestimentas, además de otras aportaciones altruistas de los vecinos. Solo las ropas llevan 15 metros de tela para cada gigante. Y como la barriada siempre se muestra orgullosa de su pasado, lógicamente las mayores figuras tenían que ser un minero, con su camisa a rayas, su chaleco negro y su candil, y una lavandera, con mandil y pañuelo.

Hasta ahora solo existían en Cáceres los gigantes y cabezudos tradicionales, pertenecientes al ayuntamiento. El barrio de Santa Lucía los solicitaba todos los años para hacer un pasacalles en las fiestas de julio, porque siempre han sido un auténtico atractivo para los más pequeños. "Pero había que solicitarlos con tiempo, a veces ya estaban alquilados, se exigía fianza... Al final se nos ocurrió realizar nuestras propias figuras, y la Concejalía de Participación nos concedió un taller de papel fallero con dos monitores a través de los proyectos de la Ribera del Marco", explica la secretaria, Mari Carmen Gálvez. El ayuntamiento también ha financiado la mayor parte del material.

El curso no solo ha servido para mejorar las habilidades manuales. Se ha convertido en el centro de las ilusiones vecinales y ha alentado aún más la convivencia. Mari Carmen, Conce, María, Pepi, Petri, Eva, José, María, Angel o Pedro han sido algunos residentes que han ayudado a los trabajos, y que los muestran orgullosos incluso en la página vecinal de Facebook. "Ya tenemos ganas de que llegue el sábado para ver la cara de los niños", comentaban expectantes.

Pero no es la primera vez que esta asociación pone unión y voluntad para dinamizar la barriada. Se trata de la única que organiza una cabalgata de Reyes Magos con carrozas, ropajes, caramelos, niños disfrazados y hasta regalos. "Intentamos que la gente lo pase bien, y eso nos anima", explica la secretaria.

Barbacoa para medio millar

Las fiestas vecinales, que comenzaron ayer y se prolongarán hasta el próximo 17 de julio, también son fruto de dos meses de trabajo para que nada falte, y ello pese a la reducción del presupuesto obligada por la situación general de crisis. El día grande volverá a ser el 16 de julio, sábado, "con una barbacoa muy variada para quinientas personas, cocinada y servida por los propios vecinos en la plaza", explica el vicepresidente del barrio, Juan José Merchán. Además, habrá verbenas el viernes y el sábado con grupos en directo, actividades deportivas, fiesta de la espuma, atracciones infantiles y, como curiosidad, la elección de Miss Tercera Edad.