Los toreros de la tierra no paran de depararnos sorpresas últimamente. Quédense con el nombre de Daniel Morales porque apunta alto. Este joven novillero de 16 años, nacido en Higuera de la Serena y formado en la Escuela Taurina de Cáceres, se ha proclamado triunfador de una de las citas estelares para las promesas españolas: el Zapato de Plata de Arnedo (La Rioja). Primero logró colarse entre los 60 mejores novilleros y participar en el trofeo, más tarde quedó finalista y el domingo se llevó el gran premio. Hace dos semanas también ganó el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo. Aquí hay futuro.

Antonio, su padre, empleado de banca, aún no puede creerlo: "En la familia no tenemos mucha afición por los toros, pero a él le gustan desde niño". El director de la escuela, el torero Emilio Rey, está emocionado: "El chico vale", subraya. Daniel, estudiante de 4º de ESO, mantiene su serenidad acorde con su toreo asentado: "Me han salido muchas novilladas en el norte y en Francia, pero el día 29 toreo en Cáceres", recuerda. ¿Su gran sueño?: "Una finca en el campo".

HUBO UNA VEZ EN LAS AULAS...

Y del ruedo a clase. La promoción 76-77 del colegio San Antonio, la última que cursó Bachiller, se reunió el sábado para dar rienda suelta a la nostalgia. La cita congregó a 70 compañeros de Madrid, Málaga, Jaén, Extremadura y otros puntos que decidieron ponerse una tarjeta identificativa para salvar el paso de los años. El grupo celebró un acto académico, misa, almuerzo en el hotel Alfonso IX y copas en Cámeron.

Cerramos la partida en el colegio Josefinas, donde los profesores han echado un pulso a la era de la consola con un juego milenario: el ajedrez. La sorpresa ha sido grata: medio centenar de alumnos participaron en un campeonato muy interesantes donde intuición, personalidad, lógica y respeto fueron protagonistas.