La pasión por la música no le viene de familia, nadie en la suya es músico; ni siquiera por afición, pues de hecho su ingreso en el conservatorio, con tan solo 7 años, fue casual, "simplemente porque mi hermano ya estaba en él". Y tampoco el instrumento en el que se ha especializado, el trombón, fue una elección meditada, pues "ni siquiera sabía lo que era cuando en el conservatorio me dijeron que era uno de los instrumentos que quedaba para yo poder elegir".

Pero lo que para Javier Bardón fueron en principio una actividad más y un instrumento desconocido se convirtieron al poco tiempo en toda una pasión, hasta el punto de querer dedicarse a ello en cuerpo y alma, hacer de la música y el trombón su profesión y su vida. Y los méritos que ya reúne hacen presagiar que lo conseguirá.

Con solo 15 años Javier Bardón, cacereño de 20 años recién cumplidos, ingresó en la Orquesta Joven de Extremadura, lo que le convirtió en uno de los músicos más jóvenes de la misma --la edad establecida en esta orquesta es de 16 a 26 años--, y fue, también, Premio Extremadura de Jóvenes Músicos. Cinco años después ha logrado, entre otras cosas, ingresar también en la Orquesta Joven de Galicia, estar en la Banda de la Diputación Provincial de Cáceres y, muy recientemente, ser seleccionado para tocar en la Orquesta Joven Nacional de Holanda, con la que estará de gira este verano, del 7 al 15 de agosto. "Estoy muy contento, pues es una experiencia más y algo que me puede aportar mucho para mi preparación, y también muy satisfecho, ya que las pruebas de selección para tocar en esta orquesta se hicieron en 15 países y no era fácil resultar seleccionado".

La música fue calando tan hondo en un Javier aún niño que ya estando en Secundaria tuvo claro lo que quería ser de mayor: trombonista. Por eso, al terminar el bachillerato y tras aprobar la selectividad, decidió entrar en el Conservatorio Superior "y dedicarme solo a la música, nada más". Y así lo está haciendo. Este año ha concluido su segundo curso en el Conservatorio Superior de Salamanca, y su intención es seguir formándose. "Lo más importante para mí es seguir formándome y por eso mi intención, cuando termine la carrera, es hacer alguna prueba para seguir estudiando en el extranjero, algo que sé que es complicado pero lo intentaré, trataré de hacer varias pruebas para poder conseguirlo".

Le gusta todo tipo de música y opta por una u otra, sobre todo según el momento, pero reconoce que por la música clásica "siento predilección", y que siempre eligiría tocar en una orquesta antes que en un grupo, "aunque si tuviera que tocar en uno grupo no tendría ningún problema porque se que también me iba a gustar igual hacerlo".

Lo haría pero insiste en que su deseo de cara al futuro, al día de mañana, es, sin duda, tocar en una orquesta. "No me gustaría dedicarme a dar clases, sino tocar en una orquesta", reconoce, aunque también señala que respecto a la que sería su preferida "es mejor no pensarlo, no soñar, pues soy consciente de que llegar a las grandes es muy complicado". Lo que también tiene claro es que él seguirá estudiando y formándose para intentar llegar a lo más alto, "algo que solo el tiempo dirá".

Y es por ello, por ese afán de preparase lo más posible, por lo que este joven músico cacereño realiza cuantas pruebas puede para pertenecer a orquestas y agrupaciones musicales, porque aunque es consciente de que compaginarlas todas no resulta fácil, también lo es de que estar en todas las que pueda "es muy importante para formarse, pues estás con distintos directores, con distintos profesores... y esto siempre es bueno".