Finalmente, no pudo ser y el Concurso Nacional de Saltos de Cáceres, el más antiguo de España, no contará con apuestas deportivas y será el segundo año consecutivo.

El concejal de Festejos, Pedro Muriel, ha detallado que, tras la orden de la Junta de prohibir las apuestas, el ayuntamiento buscó una solución alternativa a través de la Asociación de Empresas del Juegos de Extremadura. Sin embargo, según la agencia Efe, "por cuestiones técnicas que repercuten a la asociación, al final, no se ha cerrado el convenio. Había que hacer una auténtica casa de apuestas en el recinto hípico para poder desarrollar nuestros juegos tradicionales, que son apuestas que no van dirigidas al beneficio económico".

El concejal ha agradecido el esfuerzo que se ha hecho la organización de empresarios, pero las cuestiones técnicas no se han podido resolver.

A principios de mes, el consistorio anunció que buscaba contra reloj una empresa privada con permiso para gestionar las tradicionales apuestas y que se encargara de este importante aspecto lúdico del concurso hípico.

Este movimiento se produjo después de que se desestimara el recurso de reposición en el que el consistorio solicitaba que no se aplicara la normativa del juego en estas apuestas.

Muriel ha reiterado que se trata de "una actividad tradicional, que no tiene ningún lucro; una porra clásica como se celebra en otros municipios".

Y ha citado Zafra, "donde se celebra un concurso de saltos igual y con juegos vinculados a la hípica", ha advertido.

En 2018, por primera vez en 75 años,primera vez en 75 años el concurso hípico de celebró sin que los asistentes pudieran apostar.

La prohibición llegó de la mano de la Consejería de Hacienda, que lo hizo en virtud de un decreto de 2014 para proteger a menores de posibles "conductas patológicas" relacionadas con el juego.