Gema Ramos pasó 86 días en hospital tras dar a luz a su bebé. Tenía que acudir cada tres horas a Neonatología para dar de comer a la pequeña, pero ella prefería no moverse de allí en todo el día. Entraba a las diez de la mañana y se iba cuando cerraban, pasadas las nueve de la noche. No quería faltar del lado de su hija, recién llegada. "Los padres no queremos movernos del hospital, es algo general", asegura. A uno no le avisan de que su bebé va a llegar antes de tiempo y las dudas y el miedo porque esa circunstancia le lleve a tener secuelas hace muy difícil sobrellevar la situación.

Gema reside en Cáceres, por lo que, a pesar del sufrimiento que supone vivir los primeros meses de vida de ese bebé tan esperado en los pasillos de un hospital, ella volvía cada noche a su casa a descansar lo que podía. No todos corren la misma suerte. "Hay gente del norte de la provincia que lo pasa realmente mal, es un trastorno. Sobre todo porque además es muy difícil encontrar alojamientos que te alquilen por un tiempo indeterminado, no sabes el tiempo que vas a necesitar", explica.

Ella dirige la Asociación de Madres y Padres de Hijos Prematuros (Apremex). Fue una de sus fundadoras, junto a otro grupo de padres con los que coincidió en el área de Neonatos. Ahora luchan para que se solucionen las dificultades que ellos encontraron.