Icomos (International Council on Monuments and Sites) , organización no gubernamental de carácter científico creada a raíz de la Carta de Venecia de 1964, tiene la misión primordial de asesorar a la Unesco en la inscripción de Bienes Culturales en la Lista del Patrimonio Mundial, en su adecuada conservación, en la inclusión en la Lista del Patrimonio en Peligro y en su exclusión, si procede. Está estructurada en Comités Científicos Internacionales y en Comités Nacionales de los países firmantes de la Convención del Patrimonio Mundial de 1972. La integran más de 7.000 expertos y profesionales independientes, no políticos, altamente cualificados.

Entre sus tareas destacan, como más importantes, la realización de programas de investigación, divulgación, protección y conservación del patrimonio cultural a escala mundial, elaboración de doctrina científica, formación de especialistas, misiones de expertos, estudio y desarrollo de técnicas, criterios, metodologías e indicadores de conservación, evaluación y seguimiento de las políticas y prácticas de conservación de los bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, ayuda técnica a los países subdesarrollados y creación de centros especializados de documentación, todo ello en armonía de cooperación con la Unesco.

El Comité Nacional Español de Icomos (Icomos-España), entidad formalmente constituida conforme a la legislación española a las normas internacionales de la institución, está integrado por profesionales de alto nivel académico y científico. Participan, a otro nivel, instancias como el Instituto del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, representantes de las consejerías de Cultura y Patrimonio de comunidades autónomas y diversos ayuntamientos de Ciudades del Patrimonio Mundial y de otros bienes incluidos en él. Desde su creación, viene contribuyendo activamente en la elaboración de Cartas Internacionales de Conservación del Patrimonio y sus miembros forman parte de distintos Comités Científicos internacionales. Ha elaborado Informes-Diagnóstico de Evaluación de los Bienes del Patrimonio Mundial que el Estado español debe presentar a la Unesco, entre ellos el redactado para la Ciudad Vieja de Cáceres, --desde su declaración en 1986 hasta diciembre de 2003 (28 pp.)--, de carácter reservado al Ministerio de Cultura, por equipos multidisciplinares de expertos en urbanismo y preservación del patrimonio.

Asimismo, Icomos-España realiza informes puntuales de coyuntura sobre determinados bienes que sufren amenazas de los valores que determinaron su reconocimiento como Patrimonio Mundial. Dichos informes vienen suscitando críticas muy duras e infundadas por las instancias políticas responsables de los desafueros, en un intento de desacreditar a la institución de Icomos-España y a sus profesionales, lo que contrasta con las peticiones previas de ayuda para que prosperaran sus candidaturas al Patrimonio Mundial. En este sentido, conviene recordar a dichas instancias políticas que la inclusión de un Bien en la Lista del Patrimonio Mundial supone un compromiso legal contraído ante la Humanidad de cumplir y hacer cumplir lo normado por la Unesco para garantizar su "conocimiento, respeto, acrecentamiento, disfrute y transmisión sostenible a las generaciones futuras".