La noche del jueves fue posible ver de nuevo iluminado el entorno de la concatedral, una vez solucionado el problema de infraestructura eléctrica que sumió en la oscuridad a gran parte de la ciudad monumental desde el pasado domingo. Según los técnicos municipales, la acometida que enlaza el suministro eléctrico de la zona con la red general sufrió una sobrecarga de potencia, por lo que fue preciso dar cuenta a Iberdrola para que procediese a su reparación inmediata la mañana del jueves, como adelantó EL PERIODICO.

El apagón, que se prolongó durante cuatro días, afectó al alumbrado público de las calles aledañas a la plaza Santa María y a la muralla (Amargura, Tiendas, Gloria, Conde de Canilleros, Adarve del Cristo y Caleros, entre otras) y a la iluminación artística de algunos monumentos, incluida la propia concatedral y el Arco de la Estrella, aunque no las murallas que asoman a la calle Caleros.

La falta de luz provocó la indignación de los vecinos de la zona, quienes afirman que fueron ellos los que avisaron a los servicios municipales para que reparasen el problema, que venía eternizándose. Consultados por este diario, la mayoría señaló que fue necesario el uso de linternas u otros dispositivos para llegar a sus casas. El corte de suministro también causó inquietud a los residentes e inseguridad entre los visitantes.