Nuestro periódico continúa con la encomiable tarea de hacer público reconocimiento de los méritos de los empresarios extremeños. La existencia de una clase empresarial extremeña digna de ser premiada ha de ser motivo de orgullo no solo para ellos sino para todos los extremeños porque indica que en la sociedad extremeña se dan las condiciones necesarias para que surjan hombres capacitados para crear empresas y conducirlas al éxito.

Que sean extremeños añade un plus de beneficios para todos nosotros pues en estos tiempos de deslocalizaciones y del " coge el dinero y corre" son una garantía de que el tejido productivo será duradero y la creación de riqueza progresiva, de manera que son un seguro que protege el empleo y el desarrollo de Extremadura.

Por otro lado, cada día son más jóvenes quienes se sienten atraídos por la creación empresas lo cual es una garantía de futuro a la vez que una señal de confianza en las posibilidades de negocio en Extremadura. A ello debe unirse que aumentan los que al ingenio y las condiciones naturales para los negocios unen un título universitario lo que supone un salto cualitativo de relevancia y debe ser decisivo a la hora de aumentar la inversión en sectores innovadores, proporcionar solidez a las empresas y maximizar el éxito de la gestión.

No es menor motivo de alegría saber que hoy son estos pero que otros muchos tienen los mismos méritos para figurar entre los premiados. Esta realidad llama a las puertas de las instituciones para que sepan crear las condiciones para que este tejido empresarial pueda ejercer sus labores con eficacia o al menos no estorben.