Tiene al menos cinco siglos y está estrechamente unida a los avatares históricos de Cáceres, pero ya ni siquiera conserva su traza de ermita. Los muros destrozados y cubiertos de graffitis, los techos hundidos, los vanos tapiados..., cuesta creer que se trata de un recinto religioso cuyos orígenes se pierden a principios del siglo XVI. El infortunio lleva dos centurias alojado en este pequeño templo del barrio de San Blas. En 1891 se celebró en su interior el último cabildo y desde entonces ha sido polvorín, techo para transeúntes, un foco endémico de infecciones, una zona marginal... Ahora que todo su entorno está rehabilitado, la mala suerte vuelve a cruzarse y el proyecto de reforma, iniciado en 2012, tendrá que volver a esperar.

En la primavera de 2012, el ayuntamiento licitó la redacción del proyecto (24.544 euros). Sería acometido por la Escuela Taller Ribera del Marco I (Universidad Popular), como antes lo hicieran con éxito otras escuelas similares en las ermitas de San Benito y San Antonio. La intención era acometer una restauración integral: estructura, energía, alumbrado, saneamiento... Sin embargo, el proyecto fue presentado tarde por el arquitecto y necesitó cambios que todavía no se han corregido, de modo que se ha perdido la posibilidad de hacer la obra a través de la escuela, concluída a final de 2012.

Así lo ha explicado a este diario la concejala responsable de la Universidad Popular, Rosa de Lima, quien explica que aún hoy no han recibido el proyecto modificado de manos del arquitecto con las orientaciones solicitadas por los técnicos municipales. El problema es que las escuelas taller se concedidas por el Sexpe siguiendo los criterios europeos y atendiendo a los nuevos yacimientos de empleo, para formar a los jóvenes hacia salidas laborales más seguras. La construcción no parece ahora una opción prioritaria, sino al contrario. Las tendencias de estas escuelas son las energías renovables, la atención sociosanitaria, la agricultura ecológica... Por tanto, resulta difícil que pueda crearse una escuela taller de construcción que reforme la ermita.

Sin embargo, y puesto que el proyecto está casi listo, la concejala, que se reunió hace una semana con el arquitecto, afirma que tratan de buscar otras vías para poder ejecutarlo, aunque no oculta que son tiempos difíciles. "Los técnicos están pendientes de nuevas líneas de ayuda", explica Rosa de Lima. El secretario del ayuntamiento también estudia la situación del proyecto "para ver qué podemos hacer", indica la edil, quien tampoco pierde todas las esperanzas con las escuelas taller: "Los objetivos cambian de un año a otro".

Rosa de Lima subraya la importancia del proyecto. "Nos encantaría llevarlo a cabo, recuperar la dignidad que tuvo la ermita en otras épocas, y devolver su uso a la ciudadanía como se hizo con San Benito", declara. Precisamente, la campaña colectiva En defensa de Santo Vito , encabezada en los años 90 por el historiador Serafín Martín-Nieto y el párroco José Reveriego, fue la que reivindicó la ermita. Lograron detener incluso las excavadoras que estuvieron a punto de derribarla, pero la reforma aún se resiste.