Los propietarios de los negocios que hay en la calle Mira al Río estaban ayer preocupados por los efectos que las obras en esta calle tendrán en sus negocios. "Nos tendremos que ir a picar con los de la obra", comentaba José Antonio Lanchas, de Autos XXIII, establecimiento de venta de vehículos. "Han podido dar otra opción, y no cortar todo de golpe", añadió Enrique. Cerca de su establecimiento está Neumáticos San Francisco, su propietario, Ricardo Barriga aseguraba ayer que "cuando hacen la obra será para bien, pero de momento estamos fastidiados, y con el negocio anclado". Barriga recordó que sólo en los bloques del número once de la calle Mira al Río afecta a tres negocios, que "nos quedamos estancados". José Antonio recordó que ayer "ya no pasó ni un vehículo, y con el escaparate, si no pasa la gente no hay negocio, ¿quién va a parar ahora?, lo que no se ve no se vende".