El retraso en las licencias obligó a la cadena europea Basic-Fit a desistir de abrir un gimnasio ‘low cost’ en el Coliseum. La empresa hizo pública a este diario su renuncia al proyecto de instalarse en Cáceres este martes desde su central europea y ayer el gabinete a nivel nacional ratificó que la propuesta se encuentra «paralizada por completo» e hizo alusión de nuevo a través de Twitter a las «gestiones» aunque dejó una puerta abierta al futuro. En la misma línea se expresó la Fundación Caja Extremadura, propietaria del edificio, que hizo pública su postura a través de un comunicado. En ese sentido, quiso dejar claro que «mantiene su compromiso de reabrir el edificio» después de la renuncia de Basic-Fit «tras la demora de los trámites necesarios para el inicio de las obras y apertura del local».

En ese sentido, la fundación de la entidad bancaria asegura que en este momento analiza varias ofertas para dar uso a las instalaciones, pero no llega a concretar el tipo de negocio o de propuestas. Antes de que la cadena europea Basic-Fit se interesara por el edificio, la fundación ya barajó varias opciones y en ese momento tampoco trascendió el nombre de las empresas a la espera de la decisión de la comisión como en este caso. No obstante, si trascendió que Inditex, la empresa del dueño de Zara, se había interesado por el inmueble, pero la propuesta no prosperó. También la fundación barajó destinar el espacio a un centro cultural cuando adquirió el inmueble un año después del cierre del cine que albergó hasta 1995, pero tampoco llegó a buen puerto. Desde entonces, algo más de dos décadas, el edificio lleva cerrado.

La empresa deportiva hizo pública su intención de instalarse en Cáceres en 2017 y su previsión era abrir las instalaciones a principios de 2018 -en enero-- y crear una bolsa de empleo, pero los plazos no llegaron a cumplirse. A falta de dos meses para que concluya el año, la empresa ha mantenido silencio y en el edificio no se atisbaba ningún movimiento que anunciara el inicio de las obras. Tanto la comunidad de vecinos y el administrador de fincas aseguraron a este diario que los trámites que les corresponden ya se encontraban resueltos. Lo mismo ocurrió con la fundación Caja Extremadura que había formalizado el contrato de alquiler desde 2017. El proyecto contaba con el ‘ok’ de la entidad propietaria del edificio, los vecinos y los comerciantes de la zona que recibieron la propuesta de forma positiva ya que según su testimonio, ayudaría a dinamizar el centro.

Por su parte, desde el ayuntamiento insisten en que «han trabajado desde el inicio con diligencia y las decisiones son ajenas al consistorio, puesto que se trata de una decisión estrictamente empresarial tanto cuando anunciaron su intención de instalarse como cuando hacen pública su renuncia». Sobre el tema también se pronuncian los grupos políticos. Luis Salaya, del PSOE, muestra su preocupación ante una «situación que se repite en la que las empresas llegan con muchas ganas y al final se acaban marchando en el hartazgo por los problemas con el ayuntamiento y dentro de la administración». «Si tantas empresas se interesan por la ciudad y se marchan, algo se está haciendo mal», sostiene Salaya. Por su parte, Cayetano Polo, de Ciudadanos, lamenta la marcha de la iniciativa empresarial pero alega que se «debe respetar su decisión» e insta al ayuntamiento «a poner siempre todas las facilidades del mundo» a las empresas. Por último, Consolación López, de CáceresTú, también manifestó su pesar por la renuncia de Basic-Fit. «Es una pena que las empresas no se instalen en Cáceres», pone de manifiesto.