La organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha publicado los 150 tramos más peligrosos del país, situados en las 60 vías con mayor riesgo de la Red de Carreteras del Estado. Pues bien, de todos ellos seis se localizan en la provincia cacereña, concretamente en dos carreteras que también entran a formar parte de ese ranking: la N-630 y la N-110 (Valle del Jerte). El estudio se centra en la red estatal, pero las vías secundarias no plantean especiales problemas debido sobre todo a su menor flujo. De hecho, la red regional cerró el último ejercicio (2011) con la tasa más baja de accidentes de su serie histórica y con 21 tramos de concentración de accidentes (un 60% menos que en los años anteriores), sin puntos negros en Cáceres.

Tanto los transportistas como las autoescuelas reconocen que la situación de las carreteras cacereñas no es mala, aunque los trazados de la red secundaria podrían mejorar sustancialmente. Pero llaman a subsanar los puntos conflictivos, especialmente la N-110 por su volumen de tráfico.

En cuanto a los tramos más peligrosos, los seis localizados en Cáceres por la AEA no tienen ninguna señal que indique punto negro (del total de 150, solo seis se señalizan de ese modo). Tampoco hay radares. Tres se ubican en la N-630, una vía menos transitada desde la apertura de la A-66. Se trata del kilómetro 512, una sucesión de curvas entre Cañaveral y el Tajo recomendadas a 60 km/h; del kilómetro 523, en plenas curvas del Tajo ; y del kilómetro 585, con un tramo curvo entre grandes rectas.

Los otros tres se ubican en la N-110. Son el kilómetro 367, en el municipio de Jerte; el 368, donde se sitúa la intersección hacia el Puerto de Honduras; y el 371, en Cabezuela. El problema es que esta carretera constituye el eje del Valle del Jerte, zona muy activa por su producción agrícola y por su atracción turística, con un notable volumen de tráfico todo el año incluidos vehículos pesados, especialmente en la época de la cereza. Los municipios han solicitado en múltiples ocasiones su reforma, que sigue pendiente de fecha por parte del Ministerio de Fomento.

La obra prevista abarca una veintena de kilómetros y eliminará estos puntos negros. Se adjudicó en 2006 pero ha sufrido retrasos. Al menos ya ha comenzado el pago de expropiaciones.

RANKING DE PELIGROSIDAD Son tramos sin duda arriesgados. Así lo evidencia el Indice de Peligrosidad Medio (IPM) obtenido por el Ministerio de Fomento en los Tramos de Concentración de Accidentes durante el periodo 2006-2010 (se calcula a través de una fórmula que contempla diversas variables). Si se tiene en cuenta que el IPM de las carreteras nacionales españolas se estableció en 11 durante ese periodo, en los 150 tramos destacados por la AEA fue igual o superior a 100.

En Cáceres, cinco de los puntos arrojan un índice de peligrosidad entre 100 y 200, pero el kilómetro 512 de la N-630 (curvas de Cañaveral) se dispara hasta 498. Asimismo, el más conflictivo de España está muy cerca de la provincia, en Béjar (también N-630), con un IPM de 1.333, es decir, 120 veces la media nacional.

Para la AEA, se trata de datos muy relevantes porque la mejor o peor situación de las carreteras juega un papel "fundamental" en la seguridad vial. Afirma que el mal estado de las infraestructuras influye en un 47% de los accidentes (casi la mitad). De hecho, su informe indica que en el periodo 2006-2010 el índice de peligrosidad de la red nacional cayó a la cuarta parte, y que en 2010 las víctimas se redujeron un 35%. Según la AEA fue por las mejoras de las carreteras, y no tanto por el permiso por puntos o las sanciones, de modo que insta a seguir reparando la red viaria.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Cáceres, Francisco García, explica que durante los últimos diez años se han reducido 300 puntos negros en la red nacional, "una labor que debe continuar". También recuerda que el 70% de las víctimas se producen en las carreteras secundarias. "Cáceres no supera la media de puntos negros, que los hay, pero no son los más conflictivos", indica. Aun así, llama a los conductores a adecuar la velocidad a cada carretera y a la climatología.

Francisco García recuerda que "en el 90% de los accidentes interviene el factor humano", y subraya que las distracciones ya están entre las primeras causas, junto con la velocidad, el alcohol y las drogas. "Recalcular el GPS, conectar el DVD, atender el móvil... todo eso nos resta atención. Acabamos entrando a 80 km/h en un tramo por el que deberíamos transitar a 40 km/h".

Por su parte, el secretario general de la Asociación de Transportistas Extremeños (Asemtraex), Alonso Sánchez, afirma que la red nacional de la provincia se encuentra en buen estado y adecuada al tráfico que soporta. Sin embargo, destaca la necesidad "urgente" de reformar la N-110 (Jerte) por el potencial turístico, el tráfico pesado de la industria agroalimentaria y el propio trasiego de los municipios entre ellos o hacia Plasencia.

Respecto a la red secundaria, "más que un problema del firme tiene un problema de trazado. Muchas carreteras se hicieron en los años 30 y 40, cuando no existía maquinaria avanzada y había que adaptarse a la orografía. Hoy son muy mejorables", matiza el secretario.