Las cofradías cacereñas llevan siglos en las calles gracias a personas como Higinio Fajardo. Es el mejor ejemplo de cómo un cofrade puede ayudar sin necesidad de desarrollar ningún cargo. Cada año, desde que se fundó la Expiración (1992), Higinio se ocupa de trasladar al Cristo desde la Arguijuela con sus allegados y sus propios medios, y siempre está dispuesto a ayudar. "No estaba metido en las hermandades, pero me inscribí en la Expiración y esto tiene algo... Ahora siempre estoy deseando de que llegue la Semana Santa".
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