La Cruz fue durante años la entrada principal de Cáceres porque más allá de la Cruz no había nada, solo la estación de tren. En la Cruz estaba el Fielato, nombre popular que recibían las casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías, aunque su nombre oficial era Estación Sanitaria, ya que aparte de su función recaudatoria servía para ejercer cierto control sanitario sobre los alimentos que entraban en las ciudades.
En la Cruz había chalets alucinantes, como los de Mirat o Manolo Méndez; un bar famosísimo que se llamaba El Avión, y otro llamado El Globo, que ponía los mejores callos de Cáceres y que llevaba Anacleto Román, padre del taxista Paco Román Santos, ‘El Colorao’. En La Cruz también estaba una casa de maquinaria agrícola y donde la cafetería América había un surtidor de gasolina, rojo y blanco, con una manguera que salía de arriba y giraba. Muy cerca de la Cruz te encontrabas con la calle de la Pulmonía, que así se llamaba en Cáceres a Gómez Becerra porque entonces no había allí casas altas y entraban unos vientos de narices.
En los 70 una cooperativa de maestros compró a Mirat terrenos aledaños a la Cruz para construir pisos destinados a maestros y sus familiares, un proyecto que dirigieron el arquitecto Pepe Ulecia y el aparejador Damián Arroyo. La urbanización incluía una plaza que desde entonces se conoce como la de los Maestros.
La atracción
La atracciónLa cooperativa la presidía Amador Pulido Escalona, maestro de Las Anejas que fue concejal con Díaz de Bustamante. Murió en 1980 y al frente de la misma quedó entonces Víctor Perales. Unos años antes de empezar a construir los pisos, en 1977, Felipe Vela habló con los propietarios del solar y montó una caseta en la Feria de Mayo a la que puso por nombre El Globo. La caseta era de plástico, se inflaba con un compresor; la trajeron de Tomelloso (Ciudad Real).
Habitualmente las casetas de feria las montaba Pepe Aranega, dueño de las discotecas 2003 y Ara, del hotel Ara y de Acuario. Eran casetas descubiertas pero como en la feria siempre llovía, se acababa perdiendo dinero.
Así que en el 77 Vela puso El Globo. Llevó a Lola Flores, Rocío Jurado, María Jiménez, Pablo Abraira, el de ‘Gavilán o paloma’, Paco Martín, bueno y a Susana Estrada, que hizo con Fernando Esteso la peli ‘Pepito Piscinas’ y que esa noche enseñó las tetas al ritmo de su memorable canción ‘Quítate el sostén’.
Hoy, la plaza de los Maestros es una joya comercial, y no solo porque allí estén desde comienzos de los 80 la joyería Nevacam o el Nuevo Mesón sino porque la zona reúne nada menos que 18 establecimientos, todos abiertos, hay bares, dos peluquerías, alimentación, librería y hasta una tienda de ropa llamada ‘Baby Triana’ que tiene la particularidad que desde el escaparate puedes ver cómo sus propietarios cosen las prendas.
Los locales se han unido y han formado la Asociación Comercial Plaza de los Maestros. Lo cierto es que el coronavirus ha disparado el asociacionismo comercial en Cáceres y las ganas de remontar. La primera acción de este nuevo colectivo fue anunciar que aprovechará el Black Friday para destinar parte de la recaudación al Banco de Alimentos, pero plantean más acciones, como un rastrillo navideño y entrega de regalos en Reyes.
José Félix Nevado, miembro de la asociación, explicaba ayer que el objetivo es «fomentar el comercio de Cáceres y crear sinergias con las demás asociaciones. Hemos soportado el covid, cada uno en nuestro sector y aquí seguimos», dijo Nevado, que se refirió a la intención «de aportar, de echar una mano».
Es el momento más necesario y hay quienes no quieren quedarse atrás. Que en un espacio pequeño como esta plaza sigan resistiendo nada menos que 18 empresas es indudablemente un milagro. Conformada como una zona privada con servidumbre de paso que conecta con Gómez Becerra la ha convertido en un lugar en auge.
Entretanto, la memoria de los más veteranos echa la vista atrás y se acuerda de Susana Estrada y aquel último corchete de su Playtex que desabrochó en El Globo de la plaza de los Maestros mientras cantaba ‘Quítate el sostén, ponte tus tejanos, la hora de las chicas ha sonado ya, tenemos que lograr dominar a la ciudad, deja que tus pechos se muevan al andar...’
