Croquetas de pollo con ensalada de tomate, lentejas con chorizo, tortilla de patatas, salchichas al vino... y así hasta más de una treintena de recetas con las que conseguir "que las personas con discapacidad sean más capaces, con una vida más normalizada y más visibles", como defendió ayer la alcaldesa Carmen Heras, que ayer entregó los diplomas a las 45 personas que han participado en el Curso de Cocina y Habilidades Sociales para personas con Discapacidad puesto en marcha este año por el Instituto Municipal de Asuntos Sociales, dentro del Programa de Normalización: Fomento de la Independencia de las Personas con discapacidad.

Con un presupuesto de 20.000 euros, el proyecto ha durado tres meses, dividido en tres turnos de dos meses cada uno y la formación ha corrido a cargo de Manuel Espada Herrera, jefe de cocinas del restaurante Eustaquio Blanco.

"La experiencia ha sido impresionante. Hemos hecho una cocina básica que ellos puedan utilizar y elaborar después en sus casas", señaló Espada. "Lo que les he dicho siempre es que tienen que acercarse al fuego, coger la tabla y ponerse a cortar", apostilló. Para algunos, era la primera vez que pelaban una patata o picaban una cebolla.

Los talleres se han llevado a cabo en la cocina industrial que el colectivo Acisjf tiene en la plaza de San Juan.

Junto con el diploma acreditativo, todos los integrantes del curso han recibido un delantal y un juego de platos.

La hermana de uno de los participantes en el curso, que es sordo, hizo constar a la organización su malestar por no haber contado con una intérprete en lengua de signos. "Mi hermano no se está enterando de nada", se quejó.