TEts verdad, los domingos y festivos alternamos tomando tapas y la cervecita de barril, atrás quedaron las sentadas degustando el plato favorito en nuestro restaurante de siempre. De igual forma las salidas nocturnas de cubatas, dejando a los hijos a cargo de la abuela, han pasado a la historia, ¡qué cosas! ¿Algo tendrá que ver los cinco años que llevamos de crisis económica? Fácil es adivinar que sí, incluso sin mirar la bola de cristal podemos aventurar a dónde nos llevará la crisis.

El cuidado sanitario es y será de menos calidad; peor educación en el futuro cercano; pensiones más bajas para los que podamos disfrutar de alguna; viviendas de peor calidad; coches más pequeños; alimentos de marcas blancas; cumpleaños infantiles y comuniones en casa para su celebración; más paseos por el barrio o en el pueblo en vez de vacaciones en la playa; más trueque y menos bienes y servicios adquiridos con dinero; menos hijos por la dificultad de mantenerlos.

En el lado positivo -si así se quiere ver- se reforzarán los lazos familiares y disminuirán los divorcios, también los matrimonios, y los hombres tenderemos a hacer durante más tiempo las tareas del hogar; viviremos más desde la espiritualidad.

Dicho lo primero, más tapas y menos copas de noche y comidas en restaurantes. Ya estamos en el proceso de cambio. Ah, se me olvidaba, también desaparecerán todas las caras visibles que nos gobiernan, cuestión de tiempo, poco ya.

*El autor es Sociólogo de la Uex.