EnLa provincia de Cáceres, situada al norte de la Comunidad Autónoma de Extremadura, limita con las provincias de Salamanca y Ávila al norte, Toledo al este y Badajoz al sur y la vecina nación de Portugal, al oeste. En la actualidad cuenta con vías de comunicación idóneas con el resto de España y Portugal, con magníficas autovías, pero dentro de unos años con la llegada del AVE estará magníficamente comunicada.

La orografía ha condicionado la historia de Cáceres. Así, las comarcas del norte y del este, ubicadas en zonas montañosas, algunas, muy elevadas como la Sierra de Gredos, cuentan con una gran diversidad de paisajes serranos, pueblos construidos con las materias primas que ofrece el medio: piedra, barro, madera, etc. que han dado lugar, en numerosas ocasiones, a conjuntos históricos de gran belleza como los de Valverde de la Vera, Cabezuela del Valle (Valle del Jerte), Robledillo de Gata (Sierra de Gata), Ovejuela (Las Hurdes), la Puebla de Guadalupe (Villuercas-Ibores-Jara), etc.

Bosques de robles, castaños y pinos e impresionantes valles surcados por ríos de aguas cristalinas, dan paso, en las partes más bajas de las laderas de las montañas, a las dehesas de encinas y alcornoques, manteniendo un desarrollo sostenible a lo largo de los siglos. El Parque Nacional de Monfragüe y la Sierra de San Pedro son los mejores ejemplos de bosque mediterráneo, lugar de refugio y hábitat de numerosas especies de animales, sobre todo especies cinegéticas y aves protegidas como los buitres leonados, el águila imperial o los linces ibéricos.

Las comarcas anteriores, siempre verdes y frondosas, contrastan con las grandes llanuras del sur de la provincia. Así, los Llanos de Cáceres y la penillanura trujillano-cacereña, tierras de pastoreo y cereales, son un verdadero paraíso ornitológico y natural. Esta es la tierra de la Torta del Casar, obtenida a partir de la leche de oveja merina y del cuajo vegetal.

La Provincia de Cáceres es afortunada por muchos motivos, pero uno de los más importantes es que ha sabido conservar tanto los vestigios que las diferentes culturas y pueblos nos han legado a lo largo del tiempo, como los espacios naturales, apenas modificados por la mano del hombre.

En este segundo aspecto, la importancia ecológica de la provincia cacereña queda demostrada en la cada vez más extensa lista de espacios protegidos que conserva, en función de las especies de fauna y flora que en ellos habitan. Las zonas naturales más representativas son: el ya mencionado Parque Nacional de Monfragüe, Reserva de la Biosfera desde el 2003 y Parque Nacional desde el 2007; el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara declarado desde Septiembre de 2011 y Geoparque Mundial Unesco desde Noviembre de 2015; el Parque Natural del “Tajo Internacional”, en La Raya con Portugal, asímismo Reserva de la Biofera desde el año 2016, donde se está desarrollando un Proyecto para el desarrollo turístico de la zona, promoviendo fundamentalmente el turismo de naturaleza y la cooperación entre España y Portugal en materia turística y natural; la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, en el Valle del Jerte; el Monumento Natural de los Barruecos, en Malpartida de Cáceres; Árboles Singulares repartidos por todas las Comarcas y numerosas Zonas de Especial Protección para las Aves que permiten la práctica del Turismo Ornitológico, al mismo tiempo que respetan y favorecen el desarrollo rural sostenible… (Continuará).

*Cronista oficial de Cáceres