En países como Francia, Reino Unido, Australia, Chipre o parte de Estados Unidos y Canadá está prohibido fumar en un vehículo con menores o embarazadas. Una ley que los enfermeros españoles quieren llevar adelante. Pero mientras tanto, cabe recordar que tres de cada diez fumadores pasivos que mueren son niños, que un 10% de los menores de 14 años están expuestos diariamente al tabaco en su hogar, y que ellos no pueden elegir.

Los españoles son los europeos que más fuman en casa en presencia de niños. Un 52% de los fumadores de este país (5,8 millones) lo hacen. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) detalla el grave listado de riesgos para los pequeños. «En ellos, el número de respiraciones por minuto es superior que en los adultos, por tanto inhalan con mayor frecuencia el humo ambiental y más productos químicos», recuerda. Además, los menores de 2 años tienen el aparato respiratorio y el sistema inmunológico en proceso de maduración, por lo que su organismo no puede atenuar los daños de los agentes tóxicos del humo.

Algunos de los efectos en la salud de los niños son los siguientes, según la AECC:

MENOS PESO CORPORAL

Los hijos de padres fumadores corren mayor riesgo de tener bajo peso al nacer, así como unos pulmones más débiles.

MUERTE SÚBITA DEL LACTANTE

Aumenta la probabilidad de sufrir este síndrome en aquellos bebés cuyas madres han consumido tabaco durante el embarazo.

INFECCIONES RESPIRATORIAS

Al fumar se crea monóxido de carbono, lo que lleva a una mala oxigenación dentro del coche, según explica la DGT. Cuando el cuerpo recibe menos oxígeno aumenta la irritabilidad, el cansancio, la somnolencia, el dolor de cabeza, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. La AECC recuerda que los niños que sufren estos ambientes padecen un 30% más de infecciones respiratorias. El humo es capaz de causar en los pequeños patologías tales como neumonía, bronquitis y bronquiolitis.

OTITIS

Los hijos de fumadores presentan un 50% más de otitis. La exposición al humo causa inflamación y obstrucción provocando dolor e infección. Ojo porque las infecciones de oído son la causa más común de pérdida de audición.

IRRITACIONES

Crece la probabilidad de irritaciones de mucosas (garganta, ojos y nariz). El tabaco genera malestar en los ojos como escozor y excesivos parpadeos.

INGRESOS

Los hijos de padres fumadores o niños expuestos al tabaco por largos periodos de tiempo tienen un mayor número de ingresos hospitalarios durante su primer año de vida.

ASMA

Las sustancias depositadas en asientos, tapicería y alfombrillas pueden ser cancerígenas y resultan especialmente peligrosas para los más propensos a sufrir ataques de asma. De hecho, los niños que inhalan humo tienen un 20% más de crisis asmáticas, sin olvidar el riesgo de tos crónica. Estas sustancias se mantienen varios días y abrir la ventana no sirve de nada.

ACCIDENTES

La propia DGT recuerda que encender un cigarrillo lleva 4,1 segundos, lo que implica que, circulando a 100 km/h, se recorren 113 metros sin atención plena a la carretera. Fumárselo requiere otros 3-4 minutos, es decir, circular seis kilómetros con una sola mano bien colocada en el volante. Tirar la ceniza, apagar el cigarrillo... todo ello pone en riesgo la seguridad vial. El 60% de los accidentes y el 30% de las víctimas mortales se producen por falta de atención en la conducción, y fumar es una causa frecuente de distracciones.