Uno de los dos cirujanos vasculares que se encontraban de baja médica ya se ha dado de alta y ha comenzado a trabajar en Badajoz. El otro, tal y como ha podido saber este diario, todavía se encuentra en situación de incapacidad temporal. El que ha comenzado a trabajar, que era además el jefe del servicio en Cáceres, llevaba de baja casi un año, desde mayo del 2019. Ha comenzado a trabajar dos semanas después de que el Servicio Extremeño de Salud (SES) anunciara el cierre del servicio en la capital cacereña y su traslado a Badajoz (a este facultativo se le han modificado las condiciones de su contrato para que pueda prestar sus servicios en el Infanta Cristina). Ambos cirujanos son los únicos que mantienen su puesto de trabajo tras el cierre de Cirugía Vascular porque son los únicos que cuentan con una plaza fija. Los otros dos médicos que trabajaban en la unidad, en calidad de interinos, han sido despedidos y sus plazas se han suprimido. La decisión del traslado del servicio a Badajoz se tomó ante la situación de inestabilidad que tenía la unidad, donde sus facultativos se encontraban de manera constante en situación de incapacidad temporal, lo que hacía imposible mantener el servicio. La idea del SES es atender a los pacientes cacereños en Badajoz, con el objetivo de poder abrir más adelantes las consultas y las intervenciones menores en Cáceres. Pero de momento no hay intención de reabrir las Urgencias ni la planta de hospitalización.