"Siempre vives con la angustia de que pueda ser uno de los tuyos, no tienen mucha seguridad en su trabajo", se quejaba ayer Mercedes Gómez, madre y esposa operarios del servicio de mantenimiento de carreteras. "Mi marido lleva toda la vida, y mi hijo cinco o seis años, pero creo que el pequeño no se dedicará también a esto", afirmaba con cierto alivio.

Mercedes Gómez, era uno de los familiares que ayer se sumaron a la concentración en recuerdo de José Luis García para demandar más seguridad en el trabajo que desempeñan estos trabajadores, que son sus maridos, hermanos, hijos o novios. "Sabes que cada día desarrollan su trabajo en la cuneta y que los conductores no respetan la señalización ni su presencia allí", apostillaba.

Ella, como otros familiares que ayer tomaron parte en el acto de homenaje se quejan de la falta de personal y pide que se refuercen los servicios. "En lugar de ir tres trabajadores como van habitualmente para cualquier tarea de mantenimiento, tenían que ir cinco, para que dos pudieran estar vigilando", explicaba ayer, poco antes iniciar la marcha por el centro de la ciudad. Ataviada con un chaleco reflectante como el que visten su marido y su hijo en su puesto de trabajo afirmaba indignada: "algunos conductores dicen que no les ven, ¿cómo es posible tal como van vestidos?", se preguntaba mientras señalaba la prenda.

Mercedes Gómez reconoce que tras este último siniestro todos están pasando unos días de mucha angustia. "Y cuando regresen al trabajo aún les quedan momentos muy duros", advertía.