La situación de la planta de cerámicas no mejora, sino al contrario: los 90 trabajadores sopesan aumentar los paros de 4 a 8 horas diarias si continúa el impago de nóminas. La plantilla y el empresario, Alejandro Rodríguez Carmona, tenían previsto llegar ayer a un acuerdo para acabar con esta situación y reiniciar la actividad de la fábrica a pleno rendimiento, pero un nuevo escollo impidió la firma y agravó todavía más las discrepancias.

Los empleados iniciaron los paros el miércoles para exigir el pago íntegro de la nómina de marzo (de momento han recibido el 35%), la subida del IPC correspondiente al 2004 y 2005, nueva ropa de trabajo y el pago de incentivos. Ayer tenían prevista una reunión con el empresario ante el Servicio Regional de Mediación y Arbitraje de Extremadura, con el objetivo de firmar un acuerdo para regular la percepción de estas cantidades. Sin embargo, la cita se suspendió el lunes cuando trascendió que Carmona no iba a cumplir el primer requisito antes de sellar el acuerdo: pagar el 65% restante del sueldo de marzo.

La plantilla se negó entonces a firmar el convenio y el empresario también rehusó aprobarlo hasta que cesen los paros, una nueva vuelta de tuerca para una fábrica inestable desde que salió de la quiebra en el 2002. De hecho, la plantilla sopesa aumentar los paros a ocho horas diarias a partir del 15 de mayo o incluso antes, según los representantes sindicales, que aseguran que los empleados están cada día más inquietos porque en breve deben cobrar la nómina de abril y una cantidad en mayo por la deuda acumulada antes de la quiebra.

Carmona, de viaje en EEUU, prevé pagar estos días otro porcentaje del sueldo de marzo, pero la plantilla no negociará hasta que lo abone íntegramente.