El baloncesto es algo más que meter canastas y evitar que las haga el contrario. Al menos en categorías inferiores, es una buena forma de encontrar amistades y tejer complicidades al mismo tiempo que se compite. El San Antonio Cáceres 2016 y el Santa Marta de Tormes lo demostrar el domingo cuando volvieron a organizar un encuentro deportivo con equipos de sus canteras.

Es ya la tercera edición de un acontecimiento que tiene vocación de continuidad. Hace un año fueron los cacereños los que visitaron la localidad charra, que está prácticamente pegada a Salamanca, y esta vez tocaba devolución.

El escenario fue el Colegio San Antonio. Muchos de los chicos que se enfrentaron en los siete partidos que hubo entre la mañana y la tarde ya se conocían de anteriores ocasiones y reinó un ambiente festivo y cordial, incluyendo los momentos en los que jugadores, técnicos y padres compartieron mesa a la hora de la comida.

Todos disfrutaron, aunque probablemente quienes más lo hicieron fueron los que asistieron a la convivencia por primera vez, los baloncestistas en edad benjamín. También hubo choques alevines e infantiles ante el numeroso público que acudió al Pabellón Fray Felipe Alvarez del Río.

Las conclusiones resultaron positivas, como no podía ser de otra forma cuando se trata de unir a niños que tienen al deporte como pasión. En un comunicado público, el San Antonio Cáceres 2016 deseó que "este tipo de iniciativas sirvan para generar ilusión y un ambiente de unión entre los más pequeños, dándoles la oportunidad de experimentar nuevas sensaciones, hacer nuevas amistades y disfrutar del deporte".

Cinco triunfos cacereños

Aunque seguramente era lo de menos en un tipo de actividad así, en el plano deportivo hubo color extremeño. De los siete partidos disputados, en cinco la victoria correspondió a los anfitriones y en dos --ambos de categoría infantil-- vencieron los salmantinos. Después de Semana Santa podría haber revancha , ya que se está buscando la fórmula para devolver visita en esas fechas incluso con equipos cadetes y juniors.

El Santa Marta es un club joven, surgido en 2004 para dar cabida a muchos jugadores que no tenían opción de formarse en Salamanca y sus alrededores. Contrasta con la tradición baloncestística del Colegio San Antonio, que desde verano del 2007 unió sus fuerzas con el Cáceres 2016.