PEPE ÁLVAREZ

Un analfabeto rústico

Julián Cano de la Fuente

Supe desde los nueve años lo que era segar con hocino o segadora-atadora, acarrear la mies del campo a la hera, trillar y beldar, aricar, arar... en el campo de mi tierra Valladolid. No creo les suenen los términos anteriores a muchos de quienes gestionan en alguna de las facetas o niveles, sean gobiernos, partidos, sindicatos, etc. sobre la actividad y problemática del campo y quienes lo trabajan que vaya más allá de un asadero familiar o unas jornadas de caza invitados en algún caso por el propietario de un coto particular.

Opino y solo a modo de ejemplo, como este dirigente sindical conocido como Pepe Álvarez no es sino un cateto de ciudad o mejor un analfabeto rústico funcional que se permite comentarios insultantes acerca de la naturaleza sociológica de labradores y ganaderos, ello sin distinguir una espiga de trigo y otra de heno o cebada, un barbo de un jurel o incluso una gallina de un gallo. Por desdicha para los labradores ‘a quienes ayudan a bien morir’, el sector está manipulado en muchos casos por gentes cuyo historial laboral ha transcurrido en los despachos o dirigiendo ‘pacíficos piquetes’ de sectores cuya naturaleza desconocen por completo salvo por el hecho de tener afiliados que les pagan sus sueldos.

POLÍTICA

Patriotras de chichinabo

Miguel Fernández-Palacios

Madrid

Afamados próceres españoles que vanidosamente presumen de banderita en pulseras, tirantes, relojes, cinturones o solapas, se envuelven en ella y utilizan la Constitución como arma ofensiva para injuriar al contrario mientras detentan cuentas o empresas en paraísos fiscales, sicavs tributando al 1% o han sido fiscalmente amnistiados. A diario, su amor a la enseña les hace saquear cuanto pueden a la verdadera patria, la que no es de tela de paño sino de pensiones, colegios, hospitales, paro...

Con vehemencia nos abruman con himno y bandera para callarnos. La lista de expoliadores es larga pero idéntico modus operandi: defensa del neoliberalismo, ser los únicos que adoran fervientemente a la nación, amor incondicional a su cartera y tener por patria un paraíso fiscal erigido con lo que roban mientras privatizan, recortan derechos y arrasan el Estado de bienestar. Lo dijo el poeta inglés Samuel Johnson, «el patriotismo es el último refugio de los canallas». Sí, son patriotas de chichinabo.

trabajar en el campo

Normalizar la desmesura

Alejandro Prieto

Gijón

Han pasado tres horas desde el desayuno y el cuerpo vuelve a demandar combustible, y no lo he percibido a través de una pulsera electrónica con alarma ni de un mensaje en el teléfono móvil, sino por la natural sensación de tener el estómago vacío. Obviamente, esta primitiva necesidad biológica no se satisface ingiriendo cualquier objeto por muy caro que sea, tendré que echar mano de los alimentos que llegan a nuestras bocas tras el duro y poco apreciado trabajo de las personas dedicadas a la agricultura, ganadería y pesca.

Pulsar una tecla física o digital para subir una fotografía a una red social puede reportar miles de euros en cuestión de minutos, en cambio, permanecer largas jornadas laborales expuesto al calor y al frío dedicado al cultivo, la cría o la captura de alimentos, es algo que va perdiendo peso y reconocimiento social de manera progresiva. La normalización de la desmesura en la valoración de los roles que, en su conjunto, ponen en movimiento el mecanismo del sistema, ¿es un instrumento eficaz para llevar a cabo la construcción de un mundo cabal y sostenible?

CÁCERES

Las juras de bandera

Luis Alonso

Cáceres

Es una de las mejores noticias, Cáceres ha recuperado una de sus fuentes de ingresos: las juras multitudinarias que llenan hoteles y restaurantes. Es algo bueno, pero que también tiene una lectura negativa: la ciudad no ha evolucionado en la búsqueda de nuevos ingresos.