PÉRDIDA DE VALORES

¿Es vandalismo o arte?

Álvaro Aragón Vargas // Mérida

Se sigue hablando de los motivos que llevan a muchos jóvenes a llenar de grafitis los espacios y lugares públicos sin importarles lo que encuentran a su paso. Muchos dicen que es arte y otros simplemente entretenimiento.

Sin embargo, el lugar desde donde empieza y acaba el arte se vio alterado en el momento en que estos jóvenes buscan saciar su diversión a golpe de espray.

Hay una pérdida absoluta de valores como el respeto, el cuidado por el medio ambiente y el sentido de comunidad. Un individualismo que destroza lo que es de todos.

CRISIS SOCIALISTA

Susana Díaz como Almunia

Emilio Díaz Ledesma // Madrid

Elegida a dedo por Felipe González, como antes Almunia, Susana Díaz fue derrotada por Sánchez, forzados. Como Almunia, Díaz conspiró y consiguió aún más suciamente que él derribar al vencedor con ayuda directa de Felipe González; pero fue de nuevo vencida.

Tras la caída de Almunia hubo quien gritó: «El PSOE revive. Felipismo adiós». Hoy está por fin más claro el fin del felipismo. El PSOE ha revivido y Pedro Sánchez está gobernando, aunque este postrer coletazo del tiburón le perjudique por última vez.

ELECCIONES ANDALUZAS

El descaro de Iglesias

Julio Lozano Ramos // Madrid

Cuando fracasa un partido político, lo lógico es que sus votantes vayan a otro cercano, o a la abstención. Eso ha ocurrido en Andalucía en la derecha con el PP, que ha engordado a Ciudadanos, a Vox y a la abstención. Pero en la izquierda, el aún mayor batacazo de Susana Díaz ha coincidido con otro notable de Adelante Andalucía, nombre hoy irónico tras él que ha tenido que esconderse el partido que más votantes ha perdido en toda España en estos años; en especial en Andalucía, por el apoyo de Iglesias a los separatistas, que le han premiado hasta con una hipoteca especial para comprarse un chalet.

Sin embargo, este jefe autócrata aún tiene el increíble descaro de afirmar que son Sánchez y los dirigentes locales de Podemos, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, quienes tendrán que analizar el fracaso de la izquierda en Andalucía, completando su juego al despiste con gritos guerra civilistas contra los ganadores, para tapar así también su enorme responsabilidad como jefe «indiscutible» de Podemos. Desde luego, no es sólo Díaz quien debiera tener suficiente dignidad para dimitir en favor de su partido.