IGUALDAD DE GÉNERO

El debate de la prostitución

Claudia Acebrón // Politóloga

Da igual cuánto eduquemos en igualdad mientras los niños crezcan sabiendo que pueden comprar el cuerpo de las mujeres y las niñas, que su cuerpo puede ser comprado. No, la igualdad de género no es compatible con la regulación de la prostitución.

El debate gira en torno a tres opciones: abolir la prostitución, legalizarla o regularla. ¿Ilegalizarla? Es la forma más cruel e irresponsable de castigar únicamente a quienes ejercen la prostitución sin medidas concretas pensadas para los proxenetas y muy pocas en contra de los clientes demandantes. Los proxenetas y los puteros son los culpables, no las mujeres explotadas. ¿Regularla? En España cada año se introducen miles mujeres para ser prostituidas y explotadas sexualmente. Más del 90% de las mujeres se ven arrastradas a ejercer la prostitución. El mito de la libre elección no se sostiene porque esas mujeres en ningún caso son libres para decidir. Legalizar la prostitución es convertirla, aún más, en un negocio multimillonario dirigido por proxenetas que se convertirán en poco tiempo en empresarios de éxito y que no tendrán que esconderse ni rendir cuentas.

En los países donde se legalizó, como Holanda, el porcentaje de víctimas de trata de personas se disparó. Ya en 1999 el Informe Estatal sobre las Prácticas de los Derechos Humanos reconoció el vínculo entre la legalización y el tráfico. Cualquier persona con mera empatía y sensibilidad no puede apoyar que se incentive a los hombres a comprar a mujeres por sexo, siendo estas víctimas de trata y explotación, en mitad de un entorno social más permisible y que lo tolera. ¿Cómo vamos a aceptar que la explotación más grande que existe sea escondida detrás de la palabra trabajo? Trabajo; como cualquier otro al que se puede optar. Debe avergonzarnos el solo hecho de contemplarlo.

EUROVISIÓN

Participar, inaceptable

Juan Salvador // Barcelona

Ya tenemos representante y canción para Eurovisión. Debo ser una rara avis por parecerme inaceptable que los países europeos acudan a Israel cuando su gobierno sigue ocupando tierras palestinas con colonos, impidiendo así la solución de los dos Estados que defendemos. Sin presiones no se conseguirá que lo acepten.