LA SALIDA DE LOS NIÑOS

¿Qué asesores tienen?

M. Fdez-Palacios Gordon

No es la primera vez. Todo el mundo puede equivocarse, por supuesto, pero hay equivocaciones garrafales que someten al Gobierno, en una situación de tensión, angustia y ansiedad como la que estamos viviendo, a un desgaste político muy intenso. La comunicación en política siempre es fundamental, porque comunicar mal es tirar votos estresando a la sociedad. Convertir la excelente y esperada noticia de salir a pasear con los niños, en un debate apasionado que erosiona a todo el Gobierno, es un desatino de libro de primero de ciencias políticas, un regalo a la oposición. Y, aunque en errores de bulto la rectificación además de buena es necesaria, esta tardó demasiado en llegar por el gran revuelo social que ocasionó. Porque anunciar que los niños puedan salir de casas para meterse en un supermercado, cuando el sentido común conjetura que actualmente debe ser uno de los mayores focos de contagio, es un despropósito fácil de ver. Un sinsentido. ¡Menudos asesores! ¡Cualquiera lo haría mejor!

LA CRISIS DEL COVID-19

En ‘modo pandemia’

Víctor García Villegas

Cáceres

Cuando todos los países del mundo mundial han «fracasado estrepitosamente», incluidos los más «poderosos», tratar de culpar a un gobierno que lleva seis meses en el poder, concretamente desde 10 de noviembre de 2019; juzgar a este gobierno de todos (porque estamos en democracia), al menos me parece una deslealtad y una desvergüenza al carecer de una falta de memoria interesada.

Por otra parte, no queremos darnos cuenta que el ‘fallo’ es el modelo económico que se ha elegido, no solo para nuestra España, sino en el ‘Planeta Azul’, que, por cierto, ahora parece más un Planeta Basura’. Nadie dice que recuperar la coherencia sea fácil. Se necesita la ayuda de todos los conocimientos adquiridos por la humanidad en este corto espacio de tiempo que la especie humana lleva destrozando su hábitat, su única casa posible. Ahora hacen falta políticos y ciudadanos, por supuesto. Pero Políticos y Ciudadanos con mayúsculas, que sepan discernir entre lo urgente y necesario y dejando atrás, para otro momento, lo prescindible y lo superfluo.

Casi no hay tiempo. Pero continuamos obcecados en lo personal, lo cercano, lo pequeño, lo nuestro . Pero la vida es grandiosa, y así es como toca pensar y actuar en estos momentos trágicos que nos toca resolver.

Hay que gobernar a lo grande. Y repito, no es nada fácil. Pero tampoco la vida es fácil y aquí estamos todos, intentando vivir, unos asustados y otros cabreados. La única solución es ponerse en ‘modo pandemia’.

Con la mirada puesta en nuestros pueblos

Venancio Rodríguez Sanz

Zaragoza

‘Al sur de Granada’ es un sabroso libro que escribió Gerald Brenan. El autor dice en él que, al llegar a los 50 años, la gente del campo es sabia. Y estoy totalmente de acuerdo con él. Hace poco conocí a Jesús Manuel Martín Crespo: joven y noble pastor del Gasco, hecho a la vida dura, al trabajo, a la austeridad; persona de la que tendríamos muchas cosas que aprender... El Gasco es una alquería del municipio de Nuñomoral, perteneciente a la provincia de Cáceres. Situado en la comarca de Las Hurdes, está enclavado entre montañas, a orillas del río Hurdano.

Pues bien, este heredero de las costumbres ancestrales de su tierra, además de colgar vídeos en YouTube explicando la problemática de la ganadería y de la agricultura de España, nos regala los secretos de su oficio y los hermosos paisajes de la Sierra de Gata y pueblos de alrededor. No es casualidad que Jesús tenga más de 300.000 seguidores de toda España y parte del extranjero. Sobre todo, en estos tristes momentos en los que estamos confinados en nuestros domicilios. Él anda libremente pastoreando las cabras por las bellas montañas de la Sierra de Gata. Y es que, oírle hablar es un placer. Y es que, al verlo a él, dan ganas de dejarlo todo y cuando todo esto pase, irse a vivir a los pueblos. Y es que, oírle contar las anécdotas que le han sucedido a él, a sus familiares, a amigos y conocidos, es una fuente de sabiduría que sería bueno guardar.