Cada vez debemos estar más concienciados con nuestra salud y nuestros hábitos alimentarios. Además de que comer sano no es barato, las industrias no nos lo ponen nada fácil y nos ofrecen comida que no nos conviene, únicamente porque existe un interés económico detrás. El mercado está repleto de alimentos ultraprocesados o bebidas con azúcar que causan enfermedades cardiovasculares, entre otros problemas de salud. Las industrias funcionan porque nosotros seguimos comprando y consumiendo. Ellas ofrecen lo que les demandamos. Así que, al estar en nuestro pleno derecho de pedir lo que queramos, pidamos aquello que sea bueno para nosotros.