Agentes de la Guardia Civil detuvieron en la localidad soriana de Adradas a tres cazadores furtivos que, de noche, abatieron tres corzos y cortaron sus cabezas como trofeos. Los hechos se produjeron en la madrugada del lunes, cuando los agentes de la Benemérita detuvieron a los individuos, a los que se les imputa un delito contra la flora y la fauna, al abatir de noche en un coto de caza tres corzos y cortarles las cabezas como trofeos.

Otro de los delitos que se les imputan es el de tenencia ilícita de armas, por estar en posesión de un rifle de caza modificado. El tercer delito que se les atribuye es el de falsificación de documento público, al comprobar que habían sustituido las placas de matrícula de un remolque ligero que transportaba un quad.

DESCUBIERTOS La actuación policial se inició sobre las cuatro de la madrugada del lunes, cuando una patrulla identificó a un terreno que salía de un camino terrizo que conduce a un coto de caza, en el kilómetro 172 de la carretera N-111 (Medinaceli-Pamplona), en el término municipal de Adradas (Soria).

El vehículo todo terreno arrastraba un remolque ligero que transportaba un quad. Instantes después, tras la oportuna inspección, los agentes de la Guardia Civil localizaron tres cabezas de corzo con indicios de haber sido decapitados de los cuerpos de los animales recientemente y también comprobaron que en el interior del vehículo se encontraban diversos útiles de caza.

Tras el hallazgo se procedió a la detención de los cazadores como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, tipificado en los artículos 334 y 335 del vigente Código Penal. Posteriormente, la patrulla del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Almazán se hizo cargo de la continuación de las diligencias policiales y de la oportuna investigación del hecho delictivo.

PIEZAS DECAPITADAS Las correspondientes indagaciones determinaron que las piezas de caza habían sido abatidas furtivamente en los cotos de caza de Adradas y Ontalvilla (Soria), donde los presuntos autores del delito habían dado muerte a los animales y les habían cortado como trofeo las cabezas.

En la inspección del vehículo todoterreno los agentes del Seprona localizaron varios habitáculos camuflados, en uno de los cuales se halló un rifle de caza modificado, al que se había acoplado un silenciador.

También encontraron munición, miras telescópicas, dos visores nocturnos, una emisora de radio, transmisores portátiles, un GPS y otros útiles de caza. Todo ello hace presumir que los detenidos eran unos profesionales de la caza furtiva.