El pasado sábado 1 de marzo, como muchos otros sábados de los de la temporada de caza, miles de cazadores se levantaron aún de madrugada para concentrarse, pero en esta ocasión habían sustituido sus armas por pancartas y la dirección era única: la movilización convocada en Madrid bajo el lema ´Por el campo, la caza y la conservación´.

EL PERIODICO acompañó a algunos grupos de cazadores extremeños que junto a galgueros, rehaleros, cetreros, agricultores y ganaderos se manifestaron en la capital española para pedir que las leyes y otras decisiones que afectan directamente al mundo rural no se elaboren de espaldas a este y sin contar con su colaboración. La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad que entró en vigor el pasado mes de diciembre ha sido el detonante de esta movilización, pero no el único motivo de la misma.

Aunque más de 5.000 manifestantes de la región (cazadores y otras personas del medio rural) acudieron a Madrid, otras organizaciones del entorno cinegético extremeño como la Asociación para la Conservación de la Caza y la Naturaleza (Aconcaex) y la Asociación Regional Galguera de Extremadura, se desamarcaron de la protesta.

Aconcaex considera "que se ha generado un alarmismo infundado por la promulgación de una ley, que no solo no perjudica a los cazadores, sino que en muchos aspectos les beneficia". Por su parte, la Asociación Regional Galguera de Extremadura creía desafortunada la fecha elegida, "en plena campaña electoral" y no está de acuerdo con los planteamientos de algunos de los promotores de la manifestación. "En especial con la trayectoria seguida desde hace mucho tiempo por la Federación Extremeña de Caza, que es quien más daño a hecho a los galgueros de Extremadura".

Reivindicación festiva

Los convocantes de la movilización, la Real Federación Española de Caza (RFEC), la Oficinal Nacional de la Caza, la Asociación de Productores de Caza (Aproca) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), entre otros llamaban a quienes desearan participar en la manifestación del sábado a hacerlo de forma pacífica, en un ambiente festivo y sin signos políticos.

Y así fue. Desde primera hora de la mañana, como si de una jornada cinegética se tratase, algunos cazadores de la región prepararon su particular ´taco´, en la parada que los autobuses hicieron para el desayuno.

En torno a las viandas, los comentarios de los distintos grupos eran similares, "quienes se encargan de hacer las leyes no conocen el campo ni se molestan en conocerlo. Esto no puede ser así". "Si hay animales en muchas zonas es porque los cazadores nos encargamos de que estén allí y de cuidarlos, sino...", comentaban otros. También había algún cazador joven que añadía una frase contundente, "si me quitan la caza me matan". No faltaba quien, utilizando un símil deportivo, hablaba de que "vamos a ser una marea verde".

Unidos en una sola voz

Repuestas las fuerzas, el viaje continua hasta llegar a Madrid, donde los grupos llegados de Badajoz, Cáceres, Cañaveral, Alburquerque, La Albuera, Guadiana del Caudillo, Navalvillar de Pela, Villanueva de la Serena, Navalmoral de la Mata, Fuente de Cantos, Torrecilla de la Tiesa, Alange, Casar de Cáceres, Azuaga, Torremejía, Valverde de Leganés, Peraleda del Zaucejo, San Pedro, Almendral y Solana de los Barros, etc... se unen a los manifestantes que allí esperan .

Desde un lugar más elevado se puede observar, entre los sonidos de caracolas y cuernos que los rehaleros hacen sonar continuamente, una marea de personas, 700.000, según unas informaciones, 40.000, según otras, y cerca de 100.000, las que pueden ser las más acertadas.

Todos esperan que a las 12.00 horas comience la movilización encabezada por tractores y la pancarta cabecera de la manifestación, tras la que se sitúan el presidente de la RFEC, Andrés Gutiérrez Lara; el máximo responsable del Consejo Internacional de Caza y representante de la Federación Europea de Caza (FACE), Dieter Schramm; el presidente de Asaja, Pedro Barato, y el director de la Oficina Nacional de la Caza, Antonio Sarasketa, entre otros representantes.

A la cabecera de la manifestación le siguen las 27 banderas internacionales de la FACE y la banda de música del Real Gremio de Halconeros del Reino (vestidos a la antigua usanza). Tras ellos van los rehaleros y galgueros con sus perros, delante de la segunda cabecera con una pancarta y las banderas de las Comunidades Autónomas, que portan lo presidentes de las federaciones autonómicas de caza, entre ellos el extremeño Rafael Domínguez Jiménez.

Detrás se manifiestan con diversas pancartas y lemas en defensa del medio natural personas de todas las edades y clases sociales, que dos horas después escuchaban las reivindicaciones que leían en una tribuna habilitada al efecto en las puertas del Ministerio de Medio Ambiente, Dieter Schramm, Antonio Sarasketa, Pedro Barato y Andrés Gutiérrez Lara.

Allí se pidió respeto para un sector que lleva tiempo siendo despreciado y, además de la modificación de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad se reivindicó "una Ley Básica de Caza; la presencia de los cazadores en todo organismo autonómico, nacional o internacional relacionado con la materia; la creación de un Consejo Nacional de la Caza y una revisión de la Red Natura 2000. Asimismo se piden cambios en la Ley de Desarrollo Rural; unificar la figura del guarda; mejorar la gestión del territorio y flexibilizar el control de predadores; respetar las repoblaciones; modificar las restricciones a los perros de caza y un nuevo reglamento de armas".