Alberto Serrano (Almendralejo, 1987) se ha puesto manos a la obra para fijar la fecha del regreso a la actividad. Su bar, el Mesón La Serranía, situado en la carretera de Santa Marta de la capital de Tierra de Barros, echó el cierre el 14 de marzo y, desde entonces, no ha tirado ni una caña. «Tuve que venir a por toda la comida para que no se me estropeara. Alguna la he podido congelar, pero otra he tenido que aprovecharla para consumo propio y no perderla». Alberto ha vivido con impotencia y resignación como caían los días sin poder hacer nada por su negocio. «He aprovechado para hacer limpieza completa, algo de repintado y preparar algunas cosas pendientes, pero lo que quiero es abrir cuánto antes». Sin embargo, duda de la rentabilidad del negocio, tal y como se han establecido las normas para la restauración. «Lo dijo claramente Chicote en un programa de televisión. Si tú generas anualmente 100.000 euros y tienes de gasto 50.000 euros, si sólo puedes abrir para un 30% de clientes, ya me dirás...».

La idea es empezar cuánto antes, «por lo menos para que la gente pierda el miedo, ese va a ser otro factor importante. Al principio puede haber gente reacia a consumir en bares por miedo». El Mesón La Serranía tiene mesas y sillas con bastante espacio de seguridad, «pero vamos a perder a mucha gente que le encanta la barra».

Sobre instalar mamparas todavía no lo tiene claro.