Los países del sur habían pedido un fondo de recuperación de 1,5 billones de euros, con transferencias a fondo perdido. Los del norte un fondo limitado, con préstamos bajo estrictas condiciones. Para contentar a ambos bloques, el gran plan anticrisis diseñado por la Comisión Europea para dejar atrás la recesión que provocará el coronavirus, y evitar una fragmentación que dinamite el mercado único, han optado por una mezcla de ambos, en línea con el camino intermedio marcado por el eje franco-alemán: un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, con una combinación de subsidios y préstamos, que propone para España 77.000 millones en ayudas a fondo perdido y 63.000 millones en préstamos.

"La Comisión propone un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros que se sumará a los instrumentos ya lanzados. Un punto de inflexión europeo para enfrentar una crisis sin precedentes", ha anunciado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, sobre el instrumento para afrontar una caída del PIB que superará el 7% y que podría superar el 15% en el peor de los escenarios. "El (gran) momento de Europa: convergencia, cohesión e inversiones para relanzar la economía economía real", ha celebrado el vicepresidente Margaritis Schinas sobre un "plan de recuperación sin precedentes" que presenta este miércoles la presidenta Úrsula von der Leyen ante un pleno extraordinario del Parlamento Europeo.

De los 750.000 millones de euros, 500.000 millones se distribuirán entre los países más golpeados por la pandemia en forma de transferencias -como propusieron París y Berlín- y los restantes 250.000 millones en forma de préstamos. Según la clave de reparto utilizada por la Comisión Europea y consultada por EL PERIÓDICO, España e Italia serán los dos países más beneficiados del nuevo plan de reconstrucción por delante de Francia, Alemania y Polonia. Según estas estimaciones, España podría percibir algo más de 140.000 millones, 77.324 millones en forma de subvenciones a fondo perdido y 63.122 millones como préstamos, mientras que Italia podría obtener 173.000 millones de euros, 81.807 millones en forma de ayudas y 90.938 millones en préstamos a condiciones favorables gracias a la triple A de la que goza la Comisión.

El Gobierno español ha celebrado la medida. "Acogemos positivamente el paquete financiero presentado por la Comisión Europea, que recoge muchas de las demandas que se han planteado desde España. La creación de un Fondo de Recuperación de 750 mil millones, financiado con deuda europea, de los cuales 500 mil millones en transferencias, es una base para la negociación. El Gobierno confía en que el Presidente del Consejo Europeo inicie consultas con los líderes para convocar una reunión del Consejo Europeo en las próximas semanas, que permita alcanzar un acuerdo lo antes posible", han señalado fuentes de la Moncloa, informa Juan Ruiz Sierra.

Tras la pauta de París y Berlín

El nuevo fondo no solo sigue la pauta marcada hace una semana por Angela Merkel y Emmanuel Macron, que propusieron un plan de medio billón de euros financiado a partir de la emisión de deuda europea, sino que va más lejos al plantear plazos de vencimientos a 30 años, a devolver a partir de 2028 y hasta el año 2058. Esta emisión de deuda estará respaldada por el presupuesto de la UE.

El grueso del fondo, 560.000 millones, estará destinado a la Facilidad para la Resiliencia y Recuperación, a la que podrán acudir de forma voluntaria los Estados miembros, y servirá para apoyar a los Estados miembros en la implementación de inversiones y reformas que deberán presentar planes nacionales de recuperación a partir de las prioridades identificadas en el semestre europeo. A esto se sumará una nueva iniciativa llamada ReactEU para apoyar con 55.000 millones a la política de cohesión, que podría estar disponible este mismo año y que se distribuirá según una clave de reparto que tendrá en cuenta el impacto del covid19.

El segundo pilar del paquete incluye dos instrumentos para incentivar las inversiones: uno instrumento con 31.000 millones para movilizar inversiones de hasta 300.000 millones para apoyar la solvencia de empresas sanas así como una facilidad de inversiones estratégicas para apoyar a sectores y tecnologías clave a partir de un presupuesto de 15.000 millones que pretende movilizar 150.000 millones. La última pata del plan incluye la creación de un programa sanitario que estará dotado con 9.400 millones para invertir en prevención y preparación ante nuevas crisis.

Presupuesto 2021-2027

Para pagar el coste del fondo y no aumentar las contribuciones de los Estados miembros, una línea roja para el club de los 'frugales'- Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia- Bruselas sugiere la creación de varios impuestos nuevos en la UE con el objetivo de aumentar los recursos propios: una tasa al plástico, el sistema de comercio de emisiones, como una tasa al carbono en frontera. Una negociación que entronca con el nuevo presupuesto plurianual para el período 2021-2027 que también ha aprobado este miércoles la Comisión Europea con un volumen de 1,1 billones de euros para siete años.

El intento por despejar el camino a este marco presupuestario terminó en febrero pasado en fracaso debido a las discrepancias entre los países del norte y del sur sobre cuánto y cómo gastar el dinero europeo. La incorporación de una pieza más a este debate -el nuevo fondo de reconstrucción- podría complicar aún más la tarea que debe obtener el acuerdo unánime de los Veintisiete. La primera ocasión prevista en el calendario por los líderes europeos para entablar la negociación será en la cumbre del próximo 18 de junio.

El nuevo fondo se sumará al plan de créditos de 540.000 millones aprobado el pasado 9 de abril por el Eurogrupo y avalado por los líderes de la UE el pasado 23 de abril. Un plan de emergencia a corto plazo basado en tres pilares: una línea de crédito de 240.000 millones de euros del Fondo de rescate europeo (MEDE) a disposición de los gobiernos con problemas de financiación, un instrumento de 100.000 millones para apoyar el mantenimiento del empleo (SURE) y una nueva línea de 100.000 millones en garantías del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar a las pymes y aprobada este pasado martes.