Pasada la una de la tarde de hoy el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha comparecido vía streaming para informar de las nuevas medidas que su ejecutivo ha decretado frente a la pandemia. Lo hará todos los días, por la mañana, para mantener informada "con total transparencia", ha dicho, a la ciudad.

La primera de esas decisiones afecta a las personas sin hogar. Para ello, se mantendrá abierto el Centro Vida de Cáritas durante las 24 horas, con la condición de que las personas que entren permanezcan dentro y en el caso de que salgan, no puedan volver a acceder. Además, el protocolo de la Ola de Frío sigue vigente, de manera que se habilita el Edificio Valhondo, incluyendo la cafetería, para ofrecer un lugar lo más acogedor posible a los ‘sintecho’.

Se mantiene la ayuda a domicilio. “La intención es no dejar tirado a nadie, especialmente a los más débiles. No nos deshumanizaremos”, apunta el alcalde. En cuanto a las personas mayores, esta tarde la concejala de Asuntos Sociales, María José Pulido, mantiene una reunión con voluntarios para velar por este colectivo vulnerable, que mantiene abierto su teléfono de ayuda.

El ayuntamiento también deja activa la Unidad de Violencia de Género, que se atiende por teléfono, igual que el registro. El Consorcio Ciudad Histórica e Ifeca trabajan desde casa.

Salaya ha decretado la suspensión de la zona azul y ha recomendado la restricción hasta mínimos del autobús y, en su lugar, ha pedido que se utilice el vehículo particular. Además, durante todo el tiempo que el estado de alarma se mantenga, el radar dejará de funcionar porque la policía local se dedicará por entero a cumplir las órdenes del Ministerio del Interior, organismo del que desde este momento depende. En este sentido, el regidor no ha podido ofrecer este lunes cifras de las multas que los agentes han puesto a ciudadanos por incumplir el protocolo decretado por Moncloa puesto que esa información es ya competencia de la Delegación del Gobierno en Extremadura. Sí ha aclarado que el 100% de la plantilla policial está en activo.

Cáceres ha reforzado el servicio de limpieza a través de Conyser, a cuyos trabajadores Salaya ha reconocido, puesto que se están empleando a fondo en la desinfección de las calles. También se están desinfectando de manera intensiva los autobuses urbanos.

El regidor ha hablado igualmente del "reto organizativo" que el coronavirus supone para la plantilla del ayuntamiento. De sus 200 empleados, 35 trabajan presencialmente, 16 están en sus casas porque no tienen tareas que puedan realizar desde sus domicilios (es el caso del archivero municipal), aunque deben estar en reserva por si fueran necesarios en algún caso. El resto de trabajadores ya funcionan con teletrabajo,

En la brigada de jardines hay cinco trabajadores para cubrir servicios básicos. No se corta césped ni se trata la jardinería. “Pero el ayuntamiento no puede dejar de funcionar por cuestiones de seguridad”, sostiene Salaya.

En la sección de electricidad hay dos equipos de dos personas. “La ciudad no quedará a oscuras. Las pistas deportivas están cerradas, pero iluminadas, y es así por motivos de seguridad”, aclara el alcalde.

En Obras trabajan tres personas, el resto está en casa porque ese departamento, lógicamente, no puede disponer de teletrabajo.

¿Se reabrirá el Hospital Virgen de la Montaña? “"Son consideraciones sobre las que no debemos precipitarnos", ha dicho el alcalde, que ha aclarado que ahora en la ciudad no hay problemas de camas, que de momento solo hay un caso de coronavirus hospitalizado y que Sanidad “conoce que existe ese edificio, igual que sabe que hay clínicas privadas y hoteles que se han ofrecido a colaborar en caso de necesidad. Ojalá no hicieran falta”, apuntó Salaya.

En cuanto al comercio local y las pymes, el regidor sentenció que “el ayuntamiento se dejará el pellejo” y arbitrará fórmulas para darles ayudas.

Señaló, eso sí, su inquietud por el uso abusivo que se está realizando en el caso de las mascotas. Eso le ha llevado a firmar una resolución urgente en la que se limita el tiempo de paseos a 15 minutos y en el entorno domiciliario.

Finalmente, Salaya se ha referido a cómo vive personalmente esta situación. "Tengo la sensación de estar aislado en el ayuntamiento. Lo vivo de manera muy intensa y con enorme agradecimiento y orgullo de cómo los cacereños están soportando este trance", ha concluido.