La caída de visitantes a Mérida es el principal impacto que la crisis del coronavirus ha generado en la gestión del patrimonio arqueológico, con la consiguiente merma de ingresos, que ha obligado al Consorcio de la Ciudad Monumental a paralizar la mayoría de sus proyectos de conservación, excavaciones y difusión.

Así lo expuso ayer su director, Félix Palma, en el XIV Encuentro de Gestores de Patrimonio Mundial, un foro impulsado por el Ministerio de Cultura que ha abordado los efectos de la pandemia de covid-19.

Al encuentro se ha invitado a representantes de las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad, entre las que se encuentra Mérida, para que expongan su experiencia en la gestión del patrimonio durante la pandemia, como ejemplos de buenas prácticas en la conservación de los cascos históricos, en la difusión de iniciativas cultural y en la reactivación de la actividad turística.

Palma explicó que el principal impacto de la pandemia ha sido la caída de visitantes, que ha pasado de 427.000 en 2019 a 134.000 en lo que va de año. Pese a todo, destacó como noticia positiva que este verano se ha llegado al 60% de ocupación en Mérida por la celebración de eventos como el Festival de Teatro o festivales de música.

Aunque la apuesta por celebrar el Festival de Teatro ha sido arriesgada, Palma consideró que se puede considerar todo un éxito en la situación actual, «en la que además no se ha producido ningún caso de contagio, que se sepa». También subrayó que otra buena noticia del verano es que se ha podido abrir al público la Casa del Anfiteatro, en el ‘triángulo mágico’ de Mérida. Este espacio se ha rehabilitado con una inversión de 600.000 euros costeados por el Consorcio gracias a las aportaciones de los visitantes.

Félix Palmaha recordado además que el Ayuntamiento de Mérida se ha volcado en la pandemia con ayudas al comercio local o la hostelería, también con la celebración de eventos culturales y, además, se han regalado 100.000 mascarillas a todas las personas que han visitado la ciudad.