De nuevo el debate de las mascarillas. Parecía que había quedado aparcado por el confinamiento, el desabastecimiento y la recomendación generalizada de lavarse bien las manos con agua y jabón. Pero la posibilidad deslizada por el Ministerio de Sanidad de extender su uso a toda la población, cuando empiecen a levantarse las medidas del estado de alarma, han devuelto el interés por este producto sanitario y con ello la presión a las farmacias para conseguirla. «No para de sonar el teléfono de gente preguntando por mascarillas. Pero no hay. Hoy por hoy y su uso está indicado de momento de forma prioritaria para las personas que tienen riesgo de contagio», insiste el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas. A pesar de ello, al otro lado del mostrador de su botica ha visto en las ultimas semanas todo tipo de modelos y también de fabricaciones caseras para cubrir la boca y tratar de prevenir un posible contagio. Pero alerta de la dudosa eficacia de muchos de ellos por la falsa seguridad que pueden proporcionar a quien las lleva: «lo indicado ahora mismo es lavarse bien las manos con agua y con jabón, un lavado enérgico de manos», insiste.

La OMS ha mantenido hasta el momento cierto escepticismo sobre el uso de las mascarillas, pero el criterio de los distintos países afectados por la pandemia del coronavirus ha sido muy dispar: China las impuso desde el primer momento y en Italia, por ejemplo, su uso ya es obligatorio en algunas de las regiones con más casos. La posición del organismo internacional continúa siendo que son un elemento más de protección, pero que su uso por sí solo no es suficiente. Y en los últimos días ha insistido además que puede alimentar un crear «un falso sentido de seguridad» que puede ser contraproducente. En la información oficial que proporciona, detalla que solo tres colectivos deben llevarlas: sanitarios, infectados y personas que estén en contacto con ellos. Para el resto, antepone el lavado de manos y el distanciamiento físico .

Sin embargo, un nuevo informe del Centro europeo de la prevención y control de enfermedades ahonda en ese aspecto y plantea ahora su uso para la población general sin síntomas como medida preventiva y como complemento de las prioritarias (lavado de manos y distancia ), especialmente en lugares de concentración de personas como supermercados. Mantiene, aún así, el uso preferente en sanitarios de estos elementos.

También de tela

¿Es conveniente entonces extender su uso como una herramienta más de protección? El presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos Arjona, no duda de que sí. «Su eficacia en el caso de las personas con síntomas de coronavirus es indudable y es una barrera más frente al virus en personas que no lo tienen», argumenta. El problema, y en esa cuestión incide especialmente, «es que no se puede plantear generalizar el uso de mascarillas cuando no hay. Sería lo ideal, pero no es posible», insiste.

De hecho, aunque el personal sanitario debería estar usando los protectores que se conocen como FFP2, que son los que protegen tanto que el virus acceda inhalado como que se contagie a otra persona con la exhalación, la mayoría solo tienen acceso a las mascarillas quirúrgicas: la más común y que solo está indicada realmente para que las personas contagiadas no transmitan el virus por esa vía. «De momento no hay mascarillas para todo el mundo y cuesta abastecer al personal expuesto que las necesita. Por eso no se generaliza su uso», apunta Arjona, que confía en que el abastecimiento se normalice y entonces se pueda ampliar su uso.

Mientras tanto, no ve mal que la población general recurra de forma esporádica a los protectores de tela, como una medida más. Su eficacia es limitada, pero «mejor usar eso que no llevar nada», subraya.

Otra cuestión si se acaba por imponer su uso, será también cuál se recomienda y a qué precio. Desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos han solicitado al Gobierno central que se fije el precio de mercado para evitar que puedan estar sujetos a una especulación que daña la imagen de las boticas. El colectivo extremeño secunda ese planteamiento y aconseja a sus despachos que «si no se pueden servir con valores dentro de mercado, no se vendan».

Junto a eso, Cecilio Venegas, extiende a los responsables de Sanidad de la región el ofrecimiento que el consejo general lanzó para que los despachos se ocupen de la distribución gratuita de las mascarillas, si se opta por imponer su uso a todos. «Ponemos a su disposición las 680 farmacias de la región para hacer a la población las mascarillas que nos proporcione el Ministerio de Sanidad», señaló.

Según la OMS: Así se utiliza la mascarilla

Antes de ponerla es importante lavarse bien las manos con agua y jabón o desinfectante.

MIENTRAS SE LLEVA

Debe cubrir por completo la boca y la nariz, sin dejar espacios entre la cara y la máscara. Hay que evitar tocarla y si eso pasa, lavar las manos. Las de un solo uso se deben retirar cuando están húmedas y no reutilizarlas.

PARA QUITARLA

Siempre por la parte de atrás, cogiéndola por las gomas o cintas y evitando en todo momento tocar la parte delantera. Hay que lavarse luego las manos de nuevo.