«Lo primero es la seguridad de los trabajadores y los clientes», dice Juan Vadillo sobre vuelta a la actividad de su negocio. Ayer comenzaron a trabajar con cierta normalidad tras casi dos meses a medio gas (solo servicios de emergencias) y un ERTE del que ayer salieron dos de los seis empleados. «Han sido semanas complicadas y hay que empezar a recuperar la actividad, pero con todas las precauciones», explica. Por eso, junto a las medidas de protección, están ofreciendo a los clientes ir a recoger sus vehículos en lugar de que ellos se desplacen: «intentamos que no se muevan si no es necesario y que no se crucen con otro cliente aquí», explica sobre este modelo. Este taller ya trabajaba en gran medida con cita previa antes de que se iniciara la crisis sanitaria. Ahora lo mantienen y han espaciado más las citas por precaución, aunque ninguna persona ajena al taller puede acceder al interior. Además, para evitar cualquier contacto, las llaves se dejan dentro del coche, según explican en los carteles que han colocado en la entrada con el protocolo a seguir. «Las zonas sensibles, como volante o palanca de cambios, las cubrimos con protectores y al terminar la reparación, se retiran; el interior del vehículo se trata con una máquina de ozono y se dejan las llaves puestas, ya desinfectadas», explica sobre las pautas. Junto a eso, las facturas solo se gestionarán ahora por vía telemática y también han recomendado los pagos por la misma vía.