El Covid-19 es una enfermedad nueva y hay muy pocas certezas sobre cómo puede afectar al embarazo o a los recién nacidos. En base a los «pocos estudios existentes» y tras aparecer los primeros casos en neonatos, el Ministerio de Sanidad ha publicado un protocolo teniendo en cuenta las evidencias hasta ahora conocidas.

El documento explica que las mujeres embarazadas no tienen un mayor riesgo de infectarse con el nuevo coronavirus (de hecho, parece que está afectando más a los hombres) y duda de que, en el caso de pacederlo, lo puedan contagiar a su hijo. De los 18 supuestos estudiados hasta el momento, solo se reportó un caso de neonato de 40 semanas, hijo de una madre con neumonía y nacido por cesárea en China, que resultó positivo en una muestra de exudado faríngeo tomada a las 30 horas de vida, estando asintomático.

Al igual que para la población general, este protocolo establece que cuando una mujer en estado de gestación llegue a Urgencias con sospechas de padecer la enfermedad, se le coloque una mascarilla quirúrgica, se les separe y aisle de otros pacientes. Ahora bien, Sanidad avisa de que deben tenerse en cuenta las semanas de embarazo y los potenciales riesgos para el feto. Por debajo de las 24 semanas de embarazo se comprobará la viabilidad fetal y se seguirá el mismo procedimiento que para los demás pacientes; y por encima de las 24 semanas se comprobará el bienestar fetal y la paciente permanecerá en observación hasta el resultado de las pruebas diagnósticas.

Respecto a la alimentación de los bebés, «aún no existiendo datos suficientes para hacer una recomendación en firme» sobre el amamantamiento en el caso de mujeres infectadas por coronavirus, Sanidad insiste en que la lactancia materna otorga muchos beneficios como el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al Covid-19.