Después de más de 40 días confinados, aire fresco para ellos y sus padres. Los pequeños de la casa (hasta los 14 años) han podido disfrutar hoy de su primer paseo tras la declaración del Estado de Alarma. En Extremadura, las familias, en general, han respetado las normas de prevención y seguridad tanto en pueblos como en ciudades.

No obstante, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, sí lamentó en redes sociales "el comportamiento de algunos" y recordó que los parques van a seguir cerrados porque la idea no es pasear por ellos.

Más de 134.000 niños en la región han podido correr y saltar al aire libre durante una hora.

"Mi hija no ha dormido en toda la noche de los nervios"

Eva Izquierdo Muelas (7 años) casi no pudo dormir anoche. Estaba nerviosa porque sabía que hoy podría volver a pisar la calle después de mes y medio confinada en casa. Cuando se despertó quiso prepararlo todo y seleccionó hasta la ropa que iba a ponerse. Es domingo, pero no un domingo cualquiera.

Contagió los nervios a su hermana Lucía, de 2 años, que no comprendía bien la razón por la que ya sí se podía cruzar la puerta de casa. Le habían contado que el coronavirus es un bicho que podía picarle si salía a la calle así que ella no quería ni pisar el patio de su casa. Pero en cuanto vio la calle se le iluminaron los ojos: "Han salido muy emocionadas, con una alegría enorme", explica su madre, Mercedes Muelas.

Lucía (7 años) y Eva (2 años), esta mañana en Sierra de Fuentes. / ANTONIO MARTÍN

Su vivienda habitual está en la capital cacereña pero la declaración del Estado de Alarma les pilló en Sierra de Fuentes, donde tienen una casa, así que la familia decidió quedarse allí a pasar el confinamiento. Ayer salieron los cuatro a la calle, cada progenitor a cargo de una de las niñas. Y ellas, a bordo de sus patinetes: "La intención era salir con las bicicletas pero como llevamos tanto tiempo en casa no podíamos meterles de golpe un paseo de un kilómetro", cuenta Mercedes.

Fue de maravilla y sirvió de experiencia para que las pequeñas se acostumbraran a los nuevos hábitos. Se encontraron con otros vecinos y con amigos, pero aprendieron a que, por el momento, no pueden acercarse, solo saludarse a distancia. También pasaron por el parque: "Todo su afán era ir al parque pero cuando hemos pasado y estaba cerrado se han quedado tranquilas", dice Mercedes. Casi una hora ha durado la aventura. Querían volver a repetirla por la tarde pero la calle tendrá que esperar hasta mañana.

"Salir es un respiro a nivel emocional"

Eneko, Carlos y Miguel, trillizos de 22 meses de Badajoz, han visto hoy la calle por primera vez desde que comenzó el confinamiento, aunque sus padres, José Manuel Tovar y Carolina Méndez los sacan a tomar el sol a la terraza de su casa. "Pero no es igual, aunque los peques se han portado bien durante el confinamiento, salir les viene mejor". dicen. "Estamos aquí corriendo por la calle con las motos de plástico, para arriba y para abajo, que en el pasillo se resbalaban y en la acera parece que agarran mejor y cogen más velocidad. Tenemos que tener cuidado porque cada uno se va por un sitio", cuenta el padre.

Eneko, Carlos y Miguel, trillizos de 22 meses. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

Con los trillizos ha salido el matrimonio, que vive en San Roque, y pasean por la acera "que es bastante ancha", justo enfrente de la explanada de un colegio.

José Manuel, presidente de la Federación de Triatlón, cuenta que es importante para ellos salir, "más que a tomar el sol por cambiarles el escenario de juego, porque es un respiro emocional y es importante para ellos; al final se aburren y acaban pegándose por cualquier tontería o juguete; aunque son pequeñitos se dan cuenta de la rutina y necesitamos un pequeño cambio, aunque sea estar en la calle. Aquí están los tíos corriendo sin parar. La verdad es que ver a gente te da positivismo".

Eneko, Carlos y Miguel, tras sus carreras, volvieron a casa después de media hora de oxígeno en la calle.